Javier Ortiz no ha muerto… y el Diablo sólo está dormido

Recuperamos un excelente texto del desaparecido maestro Javier Ortiz de la mano de nuestro amigo Hugo Martínez Abarca (@hugomabarca en Twitter). El gran Javier Ortiz lo escribío hace años pero no por ello ha perdido vigencia; a la sazón era Papa católico el anticomunista polaco Wojtyla, antecesor del exnazi alemán Ratzinger que actualmente dirige la Iglesia. Los clásicos tienen la virtud de que nunca pasan de moda porque nunca mueren: sus ideas plasmadas en letras, negro sobre blanco, siguen llegando a la mente de quienes aún seguimos vivos en estos tiempos irracionales y oscuros que nos ha tocado vivir. La claridad de ideas y las claras ideas de Ortiz, así como su agudo sentido de la ironía —obsérvese cómo nos ilustra con mucha retranca sobre el comunismo y su vigencia con perspectiva histórica y ojos de lince—, se echan mucho de menos precisamente ahora, cuando dedicamos largas horas de cada jornada a difundir bienes tan escasos en nuestro país como lo obvio, lo racional, lo lógico, lo material o lo científico. Va por el maestro Javier Ortiz… [Introducción de Paco Arnau (@ciudadfutura), editor de ‘Ciudad futura’]

El Diablo sólo está dormido

Lo más hermoso de toda la leyenda de Satán, Lucifer, el Diablo, el Maligno, Luzbel o como quiera llamársele, es su origen: fue —según el tradicional relato de la Iglesia católica— un ángel que se alzó en armas contra Dios.

No concibo rebelión más bella: enfrentarse a alguien que, siendo la perfección absoluta -que San Anselmo me asista-, jamás habría podido salir derrotado, y menos todavía perecer.

No hay rebelión más noble que la que nada espera del combate. El Diablo fue el legítimo predecesor de Prometeo, de Espartaco, de los Federados de la Comuna de París, de los amotinados del Potemkin, de todos cuantos en esta vida —o en el más allá, tanto hace al caso— no se han lanzado a la liza por la ambición de lo conseguible, sino por el radical rechazo, por la repugnancia hacia lo existente. En aquella desigual pelea, Dios jugó con ventaja. Nunca me han gustado los ventajistas.

Afirma el papa Karol Wojtyla que el Diablo ha sido derrotado definitivamente. Me parece que se basa en datos contingentes: Rusia se ha convertido, es verdad —aunque lo cierto es que nunca fue realmente atea—, y el comunismo ha fenecido en medio de espasmos agónicos que vienen a confirmar que en efecto era «intrínsecamente perverso», como decía mi libro de Religión.

Pero la Historia da muchas vueltas. Lentas, si se miran con la lupa del propio presente, pero enormes, si se observan con el catalejo de los siglos.

La observación de los constantes meandros de la Humanidad me hace sospechar —entre otras cosas, porque me gusta sospecharlo— que el espíritu del Diablo, el Maligno, Satán, Luzbel o como quiera llamársele, y el de Prometeo, y el de Espartaco, y el de los Federados de la Comuna, y el de los amotinados del Potemkin, y el de todos cuantos en un momento u otro se han rebelado contra el Poder sin la menor esperanza, pero con toda la rabia, en esta vida o en el más allá —que tanto me da, a estos efectos—, no muere ni puede morir jamás, porque ese espíritu de rebeldía está anclado en lo más recóndito del alma humana. Quizá no en el de todas las almas, si almas hay, pero sí en el de algunas, que seguro que las hay.

Se equivoca Juan Pablo II: Satán no ha muerto. Sólo duerme, como Ulises, el de Itaca, fascinado por el canto de algunas sirenas.

Despertará.

Javier Ortiz. Madrid, 5 de septiembre de 1999

Monumento dedicado al ‘Ángel caído’ en el Parque del Retiro de Madrid (dicen que se trata de la única estatua pública de estas características en el mundo). Cerca de ella se han instalado confesionarios en espacio público con motivo de la visita a la capital de España del Papa Ratzinger, exnazi alemán. Toda una metáfora de esta nueva ‘Edad Media tecnológico-fascista’: lo más parecido en la realidad a lo que algunos conceptuaban como infierno o barbarie, desde Dante a nuestros días, estuvo en el mismo corazón de Europa en los tiempos en los que el Papa actual militaba en las Juventudes Hitlerianas.

Texto de Javier Ortiz tomado del blog ‘Quien mucho abarca’, de Hugo Martínez Abarca

7 pensamientos en “Javier Ortiz no ha muerto… y el Diablo sólo está dormido

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  3. Yo conocí al autor y a ese texto porque lo recomendaron de un blog que leía hace unos cuatro años y que hoy no existe y como me gustó mucho lo guardo en mi computadora desde entonces.

    Saludos.

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  5. Abomino de Razinger como el que más, pero me parece intelectualmente fraudulento tildarle de nazi porque a los 15 años (o los que tuviera entonces) fuera obligado en la vorágine final de la IIGM a enrolarse en las Juventudes hitlerianas como último bastión de defensa ante la ofensiva final de las tropas aliadas anglosoviéticas. Los motivos para denostar la figura y ejecutoria de este antiguo guardián de la Inquisición son tan abundantes que recurrir al expediente de tildarle de nazi por lo que le obligaron a hacer de chaval, cuando ni siquiera tenía la capacidad de discernimiento necesaria para valorar el sentido de su afiliación a un cuerpo militar nazi. La crítica e razinger debe fundamentarse en base a las opiniones que ha expresado y actos que ha realizado con plena conciencia y de forma voluntaria en su edad adulta.

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