La sonda interplanetaria europea Mars Express nos ha enviado recientemente una nueva serie de imágenes de regiones del planeta rojo. En este caso de los límites entre Kasei Valles y Sacra Fossæ, un área marciana que —desde el punto de vista de la historia geológica de Marte— reviste especial interés al tratarse de un terreno caótico en el que se entremezclan sierras, espectaculares grietas y acantilados, planicies, sedimentos volcánicos, sistemas de fallas y pronunciadas pendientes. Las imágenes originales han sido captadas por medio de la cámara estéreográfica de alta resolución (HRSC) de Mars Express con una resolución de 21 km por píxel. La primera de ellas [en la imagen superior] abarca una superfície de 21.375 km² (225 × 95 km), un área equivalente a la mitad de la extensión de los Países Bajos. Destaca un cráter de impacto de 35 km de diámetro hacia el Norte (en estas imágenes, orientado a la derecha); buena parte de su borde está muy erosionado, posiblemente a causa de remotas avenidas de agua líquida superficial. La segunda imagen es un detalle ampliado de la zona de ese cráter, donde podría caber una ciudad como Barcelona. Esta imagen ha sido procesada para dotarla de perspectiva gracias a la combinación de los datos estereográficos y de altitud. [Imágenes: ESA/ DLR/ FU Berlin (G. Neukum). Clic para ampliar]
Mars Express fue la primera misión de exploración de Marte de la Agencia Espacial Europea (ESA) y su primera misión interplanetaria; es fruto de la colaboración entre la propia ESA y la Agencia Espacial de la Federación Rusa. Fue lanzada el 2 de junio de 2003 desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) mediante un lanzador de origen soviético Soyuz con una tercera etapa Fregat [Фрегат: «Fragata» en ruso; véase ilustración superior], que dotó a la Mars Express de la propulsión que requería la fase final del viaje. Así, el 25 de diciembre de ese mismo año la Mars Express alcanzó la órbita marciana en un tiempo récord de algo más de seis meses gracias a que se hizo coincidir la travesía con el momento de máxima aproximación entre la Tierra y Marte de los últimos 60.000 años. El orbitador Mars Express es capaz de captar imágenes de alta resolución gracias a su cámara de fabricación rusa y de analizar la atmósfera y mineralogía de la superficie por medio de espectrómetros rusos y europeos, así como de sondear la subsuperficie justo debajo de la capa de permafrost (terreno perennemente congelado). Actualmente, aunque ya en la fase final de la misión, Mars Express aún se encuentra operativo y —como podemos ver— enviando datos.