Los 7.500 trabajadores del transporte suburbano de Madrid —la octava red de Metro del mundo (después de Shanghai, Londres, Nueva York, Tokio, Seúl, Moscú y Pekín) con 294 estaciones en 12 líneas y más de 300 km de longitud— han paralizado de forma total el funcionamiento de este servicio de transporte público, utilizado a diario por más de dos millones de viajeros en una conurbación que supera los seis millones de habitantes. Esta decisión ha sido aprobada en votación por la práctica totalidad de la asamblea de trabajadores celebrada la noche del 28 al 29 de junio. La huelga tiene como motivo principal el rechazo a la pretensión del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, presidido por Esperanza Aguirre (PP), de recortar los salarios de la plantilla de esta empresa pública madrileña incumpliendo el Convenio Colectivo y de forma paralela a los recortes salariales impuestos por Decreto por el Gobierno de Zapatero (PSOE) y que afectan, en principio, a los funcionarios.
HUELGA AL 100%, OPERATIVO POLICIAL FRACASADO
Y (CÓMO NO) MANIPULACIÓN TELEVISIVA
Tras la ruptura de las negociaciones y la experiencia de anteriores paros, con servicios «mínimos» abusivos impuestos por la dirección de la empresa que aseguraban el trabajo de al menos el 50% de la plantilla y que impedían —de hecho— el libre ejercicio del derecho de huelga, los trabajadores han decidido parar de forma total el servicio de Metro. Y ello a pesar de las amenazas previas de despido en caso de que no se cumplieran los servicios «mínimos» que infructuosamente ha intentado imponer la compañía.
Finalmente, ante la general inasistencia de los trabajadores a sus puestos, con la excepción de los piquetes informativos organizados por los sindicatos y el Comité de Huelga, a la hora prevista de apertura de las estaciones (06:00 del 29 de junio) la propia empresa pública Metro de Madrid ha anunciado la suspensión del servicio en todas y cada una de sus líneas, talleres e instalaciones. [Ilustración: Ciudad futura]
Actualización [30-06-2010]: El gobierno de la Comunidad de Madrid, en boca de su consejero de Transportes, se ha ratificado a lo largo del primer día de huelga, el 29 de junio, en sus amenazas de sanciones y en mantener su posición de incumplir el Convenio Colectivo pactado y firmado hace escasamente un año. En respuesta a esta actitud, los trabajadores —reunidos en asamblea— han decidido continuar con la huelga también a lo largo del día 30 de junio, cuando se reunen de nuevo para decidir sobre nuevas acciones. Entre ellas no se descarta mantener la huelga de forma indefinida. El portavoz del Comité de Huelga ha lamentado en nombre de todos los trabajadores los trastornos que este conflicto —provocado por el Gobierno de la Comunidad— está causando a los ciudadanos de Madrid.
••• Durante la tarde del día 29 —a instancias del gobierno de la Comunidad (PP)— una compañía mixta de policías antidisturbios, bajo las órdenes de la delegada del Gobierno en Madrid (PSOE), y fuerzas de seguridad privadas ha intentado poner en marcha el servicio en la línea 8 del Metro, que une el distrito financiero con el Aeropuerto Internacional de Madrid-Barajas. Ni un sólo conductor o miembro de la plantilla de 7.500 trabajadores se ha prestado a colaborar con este operativo policial, por lo que finalmente se ha tenido que suspender este intento fracasado de sabotear la huelga.
••• En el caso de esta huelga, la inmensa mayoría de los telediarios, independientemente de sus aparentes tendencias ideológicas dispares —desde Antena3 a LaSexta pasando por Telemadrid—, han demostrado tener muy claro dónde se sitúa la línea roja informativa a la hora de la verdad. Estos medios (privados y públicos) han difundido mensajes prácticamente idénticos en relación con esta huelga —a la que han calificado unánimemente de «salvaje» (sic)— con un tratamiento informativo manipulador y tendencioso que únicamente muestra a usuarios enfadados y destaca, cuando no defiende, la versión del gobierno autónomo de Esperanza Aguirre (PP) frente a la de los trabajadores.
NUEVA ESTRATEGIA, ‘INDESEABLES’ Y (DE NUEVO) LA CAVERNA MEDIÁTICA
••• Reunidos en asamblea el día 30 de junio, los trabajadores han aprobado por unanimidad la propuesta sindical unitaria de continuar los paros de forma dosificada en los próximos días. Así, en las próximas jornadas laborables (1, 2 y 5 de julio) se mantendrá la huelga aunque con servicios mínimos incluídos. El fin de semana (3 y 4 de julio) se asegura el funcionamiento del servicio de Metro «para dar un respiro a los madrileños», según ha declarado un portavoz del Comité de Huelga. Estas decisiones pueden ser consideradas también como un gesto de los trabajadores hacia los responsables de la Comunidad de Madrid para que abandonen sus posturas maximalistas y se avengan al diálogo para solucionar de forma satisfactoria el conflicto. No obstante, el lunes 5 de julio está prevista una nueva asamblea para evaluar el desarrollo de los acontecimientos y, a partir de ahí, tomar nuevas decisiones; entre las que no se descarta proseguir con la huelga total en caso de que se mantenga la propuesta de rebajar los salarios o que se apliquen sanciones contra los trabajadores. En la propia asamblea, los dirigentes sindicales ha afirmado que «con los trabajadores no se juega y están dispuestos a luchar a muerte» contra aquéllos «políticos indeseables e indecentes» que pretendan despedir o sancionar «a un solo trabajador o tocar un euro» de la plantilla, que han definido como «una piña que nadie va a partir con expedientes, amenazas o sanciones». [En la imagen superior, los trabajadores de Metro votan a favor de la propuesta sindical unitaria en su asamblea del día 30 de junio. (Foto: Gorka Lejarcegi)].
••• A lo largo de la mañana del 30 de junio también se han sucedido una serie de declaraciones y posicionamientos mediáticos que no hacen sino dificultar una evolución positiva del conflicto. José Blanco, ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, ha declarado que «debe sancionarse» y «hacer caer todo el peso de la ley» sobre los trabajadores que hayan incumplido los servicios mínimos. En el mismo sentido se ha pronunciado la vicepresidente y portavoz del Gobierno de Zapatero, Mª Teresa Fernádez de la Vega, en uno de los habituales monólogos matinales que ofrece a los periodistas en el Palacio de la Moncloa. José Ignacio Echeverría, consejero de transportes de la Comunidad y dirigente del PP madrileño, ha anunciado la apertura de «expedientes sancionadores previos» a una cifra indeterminada de trabajadores. La lideresa Esperanza Aguirre, presidente de la Comunidad de Madrid, ha cargado de nuevo contra los trabajadores acusándoles de «violentos» e «insolidarios» por no asumir la rebaja de salarios al tiempo que implícitamente reconocía la ilegalidad de su pretensión de incumplir el Convenio Colectivo del Metro de Madrid, al afirmar que los recortes aprobados en el decretazo impuesto por el gobierno del PSOE «no incluyen a las plantillas de las empresas públicas del sector del transporte». El habitualmente más moderado alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, ha calificado la situación de forma un tanto apocalíptica al declarar que la Villa se encuentra «en estado de emergencia».
••• De forma coincidente con las declaraciones de los responsables políticos del sólido bloque que PP y PSOE han formado frente a los trabajadores, los correspondientes medios de comunicación afines han recrudecido al unísono su ofensiva antiobrera. A las voces de la caverna mediática de la «derecha-de-toda-la-vida» se han unido con entusiasmo destacados personajes de los medios que se autodenominan «progresistas» [léase la derecha «moderna»]. Así, Manuel Saco, columnista de Público, arremetía a saco (valga la redundancia) desde su trinchera de papel contra la «huelga salvaje» que han padecido los pobres y los obreros de Madrid que usan el Metro a diario (divide et impera); mientras que Miguel Ángel Aguilar, presentado como «maestro» por el locutor que le daba pie, nos ofrecía una magistral lección de delirante retórica reaccionaria en su radiotelegrama diario de los informativos de la Cadena Ser (Grupo Prisa), proclamando al éter que los trabajadores huelguistas «han secuestrado a millones de madrileños» en estos días. Ignoramos qué tipo de sanciones reclamará «el maestro» ante tamaño delito de lesa humanidad y épicas proporciones. El parte radiofónico de tráfico que siguió a la hiperbólica arenga de Aguilar describía de forma poco detallada pero igualmente épica la situación en las vías públicas, calificándola como «un atasco monumental».
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Huelga en el País Vasco. Por otra parte, las organizaciones sindicales nacionalistas han convocado para la jornada de 29 de junio una huelga limitada a los territorios de la Comunidad Autónoma Vasca y de la Comunidad Foral de Navarra. El paro ha sido convocada por ELA-STV, sindicato mayoritario afín al Partido Nacionalista Vasco (PNV, centro-derecha), y LAB (izquierda abertzale –»patriótica» en euskera—). La convocatoria, promovida también de forma separada por otras fuerzas sindicales que no son nacionalistas (CGT y Comisiones Obreras), tiene como lema principal el rechazo a la «imposición» en Euskadi de la reforma laboral decretada por el Gobierno, aunque ésta afecta al conjunto de la clase trabajadora. Se da la circunstancia de que estos recortes sociales no han sido rechazados de plano por los nacionalistas del PNV, que sólo se abstuvieron en la votación del Decreto gubernamental en el Congreso por considerarlo «insuficiente»; lo que contribuyó a asegurar su aprobación parlamentaria con los votos del PSOE, a pesar de no contar con mayoría propia suficiente. El Decreto sólo fue rechazado por los grupos de la izquierda.
Actualización: Según fuentes sindicales y diversos medios locales, la convocatoria ha tenido un fuerte seguimento en el País Vasco, con cifras que oscilan entre el 70 y el 80%. En Navarra, donde la incidencia más notoria se ha dado en las comarcas septentrionales, la proporción total de huelguistas ha sido menor.
Para el próximo 29 de septiembre está convocada una Huelga General en todo el territorio español por parte de los sindicatos mayoritarios Comisiones Obreras y UGT, sindicato este último de orientación socialista que al igual que ELA-STV también ha confrontado su posición sindical con la política de reforma laboral de su partido afín.
Texto: Paco Arnau / Ciudad futura
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Que muchisimas personas hayamos llegado tarde al trabajo, porque cojas el camino que cojas o hay atasco, o colas en las paradas, etc. ellos tambien lo pagaran, no porque esten en huelga sino porque no han respetado los servicios minimos, escuchad lo que ha dicho el consejero para Punto Radio sobre las represalias a los huelguistas
http://www.puntoradio.com/popup/audio.php?id=45266#
Sí, ya, lo de siempre: el consejero anuncia mano dura contra los trabajadores.
Y contra él mismo… ¿qué habría que hacer? La causa y origen de la huelga es el incumplimento por parte de su gobierno autónomo del Convenio Colectivo firmado por trabajadores y empresa. Los convenios tienen rango de ley y obligan a las partes. Lo fácil es echar la culpa a los trabajadores para que acaben enfrentándose entre ellos y que al final se salgan con la suya los que incumplen los acuerdos y la leyes: los de siempre.
Gracias por el comentario, pero… «a otro perro con ese hueso».
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Aupa, CF. No se suele traducir «abertzale» como «patriota» o «patriótico» en castellano, sino como «nacionalista» (o simplemente se queda en «abertzale»). Yo en inglés sí que lo traduzco como «patriotic» pero es que el significado emocional de la palabra patriota en inglés y en castellano es muy distinto, sobre todo después del abuso de los regímenes fascistas de esta palabrita.
En castellano, sobre todo en Europa, «patriota» suena a fascista y españolista y por tanto la gente de izquierda no usa ese término. Nacionalista suena mejor, sin embargo en inglés es al revés porque el término «nationalist» se asocia con los regímenes fascistas, y en concreto con el Franquismo español.
Por lo que leo por ahí (http://greba.euskalherrian.info/ – La Haine – Gara) hay participación masiva de cerca del 80%, aunque quizá sea más floja en Navarra. En Iparralde también se ha salido a la calle.
…
Y en lo que respecta al Metro de Madrid: aupa ahí y adelante! Romper los abusivos servicios mínimos es un paso importante en el derecho a la huelga. El metro no es una ambulancia o un hospital y por tanto los servicios mínimos deberían ser cero.
Gracias por tu comentario y tus informaciones complementarias, Maju.
Debido a la repercusión del asunto y el elevado número de visitas que está teniendo esta entrada, hemos realizado una actualización de la información con nuevos datos de última hora (párrafos cuyo título está destacado en color naranja).
parece mentira como se puede ser tan estupido como para creer que los culpables de la situacion son los trabajadores. La gente tiene que comprender que la culpa es toda de la comunidad de madrid que ha llevado a estos hombres y mujeres a los limites de tener que hacer huelga total. ¿creeis que a ellos les divierte hacer huelga para joder a los demas? hay que ser subnormal. Encima esperanza aguirre junto con los empresarios parecen ahora la gente humana que quiere que sus ciudadanos tengan metro. pero detras de las camaras putean mas a los trabajadores y no les permiten más que seguir bloquendo el transporte. Yo mismo que soy un ciudadano cualquiera me comprometo a luchar junto a los obreros del metro para que sus reivindicaciones se escuchen y no contra ellos como haria cualquiera con un analisis superficial de la situacion.
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Nota de los administradores de CF.– Comentario suprimido por insultar a los trabajadores con palabras malsonantes e incontables incorrecciones ortográficas y sintácticas.