Aunque parece un decorado para una nueva versión cinematográfica de Alicia en el País de las Maravillas, lo que vemos arriba es una de las piscinas en el interior del Cubo de agua de la capital de la República Popular China. El que fuera uno de los edificios de competición deportiva más señeros de los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, sirve en la actualidad como instalación acuática para solaz y esparcimiento de los ciudadanos y no para batir registros de natación. La espectacularidad de la decoración y el colorido del interior de sus instalaciones supera —si cabe— el magnífico aspecto que este edificio ofrece desde el exterior (abajo), con fachadas formadas por una ingeniosa estructura de burbujas de agua que sirven como aislamiento térmico. Erigido para albergar las competiciones de natación en las cercanías del Estadio Olímpico de Pekín, el Cubo de agua ha sido reabierto a finales del pasado mes de julio tras la finalización de las obras para su remodelación como Centro Acuático Nacional, su denominación actual.