‘No seas tonto’: Comunismo no es igual a consumismo

Como resulta evidente que los valores culturales del capitalismo —antes dominadores absolutos de las mentes de la mayoría de unos ciudadanos rebajados a la categoría de consumidores— se baten en franca retirada como producto de la crisis (a pesar de una manipulación mediática persistente pero cada vez más inverosímil y desacreditada), las agencias publicitarias al servicio de las grandes corporaciones se han sacado de la chistera una nueva estrategia dialéctica: el uso de los valores contrarios, los del comunismo, para fomentar sus ventas. El capitalismo no «vende» ya como idea al nivel de antes y además la gente ha dejado de comprar cosas accesorias o inútiles. Éste es un fenómeno provocado por ellos mismos con su crisis; ya lo dijo Marx: «el capitalismo lleva en su interior el germen de su propia autodestrucción».

La solución: Una vez más sigue siendo válido el método dialéctico marxista, utilizar los valores y la estética comunista para promocionar las ventas de las corporaciones capitalistas. Esto no es nada nuevo ni en política: son los enemigos de la libertad, la democracia y la paz los que siempre han agitado como banderas esos conceptos con fines contrarios a los valores que representan, hasta el punto de prostituir, subvertir y vaciar esas palabras de su contenido real; ni tampoco en economía: todos sabemos, por ejemplo, que el movimiento socio-cultural hippy, contestatario y antisistema en sus inicios, fue absorbido y reconvertido por el propio sistema en una simple moda estética que luego devino en mercancía de consumo masivo y que cada cierto tiempo reaparece.

Izquierda: Publicidad comercial publicada en Estados Unidos en la década de 1950, más de siglo y medio después de la Revolución Americana. Vemos aquí claramente el papel que se otorga a la mitad de los súbditos del país líder del «mundo libre» (de las corbatas que anuncian, mejor no opinamos). Derecha: Cartel publicitario impreso en la URSS en 1935, 18 años después de la Revolución de Octubre. Se hace un llamamiento a las mujeres soviéticas para que se matriculen en las facultades de Ingeniería Aeronáutica.

Más recientemente, como apunta José Luis Forneo en su recomendable blog Cuestionatelotodo, nada menos que entidades financieras globales como el Banco Santander, cuyo color corporativo es el rojo carmesí de las banderas comunistas, propalan en sus spots publicitarios ideas como «La revolución de las hipotecas». El Santander es uno de los principales bancos del mundo y su presidente, Emilio Botín, el sujeto individual con más poder real en España. Y seguramente hay muchos ejemplos más. Cuanto más inhumana (y antihumana) es una gran entidad corporativa privada (operadores de telecomunicaciones, bancos, compañías energéticas o de seguros, etc.), más incide ésta en agitar conceptos humanistas, ecologistas y hasta revolucionarios en sus anzuelos publicitarios. Lo estamos viendo a diario.

‘Ven a comprar con tus camaradas’

En el caso de Media Markt, multinacional euroalemana de productos y gadgets electrónicos implantada en varios países del globo, entre ellos España, sus publicistas han dado un paso más allá. No sólo inciden en la estética comunista (nada complicado para la agencia publicitaria pues el color corporativo de Media Markt, cómo no, también es el rojo), sino también en el lenguaje: «¡Ven a comprar con tus camaradas!», «¡Viva la revolución!», junto con su ya recurrente e internacional eslogan «¡Yo no soy tonto! («Ich bin doch nicht blöd!», «Je ne suis pas fou!», «Non sono mica scemo!» y así en euskera, polaco, portugués, catalán y otros idiomas).

Destacaremos para finalizar este análisis que la ejecución estética de este tipo de campañas opta en la inmensa mayoría de los casos por ideas fuerza que desde el punto de vista de estos publicitarios, a los que no negamos destreza y profesionalidad, tienen impacto publicitario frente a mensajes débiles… es decir, eligen conceptos claros y con fuerza propios de la tradición mayoritaria del movimiento obrero histórico, el comunismo (pueblo, puños alzados, revolución, camarada, etc.), frente a mensajes etéreos y difusos más propios de la tradición socialdemócrata (ciudadanía, reforma, compañero, etc.), ideas conceptualmente débiles que estos publicistas ni siquiera contemplan como mensaje antagonista válido dialécticamente para sus fines, que no son otros que convencer para vender. Algo de lo que se debería tomar buena nota en el ámbito de las fuerzas políticas comunistas —al menos en el caso de las europeas occidentales—, muchas veces tentadas al aggiornamento o la adaptación y acomodación de su imagen y sus mensajes en un vano intento de ofrecer una imagen de «respetabilidad» ante el acoso implacable del stablishment mediático, político y económico. Un craso error, según nuestra opinión como profesionales, igualmente.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura
[Reproducido en Rebelión.org]

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12 pensamientos en “‘No seas tonto’: Comunismo no es igual a consumismo

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  3. tovarich!: que buena entrada. los mejores publicistas han sido bolches. por estos lares tenemos numerosos ejemplos. algunos se han reconvertido…ejej.
    habia una vieja comsigna de los 60 que decia el comunismo tiene la respuesta, que obviamente se padoriaba a el consumismo tiene la respuesta.
    muy buena entrada!

  4. No conocía la vieja consigna de la que hablas. Casualmente el juego de palabras del título del post hace referencia a ella. Gracias por el comentario, «camarada transatlántico» Gabriel.

  5. Yo la primera vez que lo vi me quedé un tanto sorprendido, he de reconocer, e inmediatamente pensé en el fascismo; esto es, la utilización de algunos aspectos pseudorevolucionarios: la fraseología, fundamentalmente.
    Salud.

  6. Camaradas, excelente reflexión sobre la creatividad de unos, los bolcheviques, y el aprovechamiento, previa manipulación como dice la Madre (De Gorki, supongo), de esa credibilidad por los otros, los capitalistas. Lo comparto en mi muro

  7. josegabrist: Te doy mi palabra que no se me pasó la obra de Gorki por la mente cuando me puse el nick. Más bien pensaba en «la madre que parió a Peneke» o en «la puta madre que los parió» refiriéndome a los neofascitas, o algo así… y como era excesivamente largo para un nick, lo simplifiqué a «la madre».
    Salud.

  8. Genial la comparación entre la publicidad capitalista y la sovietica. Lo peor de todo, en cuanto a la publicidad de los mafias de Mediamarkt, es que tienen razón, y para atraer a los sometidos ciudadanos del capitalismo vale cualquier cosa, incluso usar una parodia de la «Revolución» como reclamo. Total, lo que importa es sacar pasta, y que los que realmente son tontos, aunque les atraigan haciendoles pensar que no lo son, compren. El resto de las cosas, las importantes, como los derechos humanos, la dignidad de esas personas, su derecho al trabajo o a la vivienda, y a su formacion y felicidad integral, importan poco, y a veces incluso las pasan por encima directamente (torturas, asesinatos, denigracion) para conseguir el principal fin que tienen para ellos los trabajadores: producir y consumir para engordar las arcas de los parasitos que viven a su costa.

    Saludos

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