Nuestro colaborador José Gabriel Zurbano realiza en el siguiente texto un análisis sobre el papel y las dificultades de los cooperantes internacionales en África a raíz de la reciente liberación de los españoles que áun permanecían secuestrados en Mauritania por la rama local de los integristas religiosos de Al Qaeda. A cambio ha sido puesto en libertad el responsable de su captura (según han confirmado ayer diversas fuentes) y —presumiblemente aunque no se ha reconocido de forma oficial— el Gobierno español ha pagado un rescate. El punto de vista del autor de estas líneas adquiere un valor adicional en este caso si tenemos en cuenta que no opina de oídas ni a través de experiencias ajenas, pues él mismo ha trabajado durante los dos años pasados (2008 y 2009) como cooperante sobre el terreno en África…
De izquierda a derecha: Roque Pascual, Alicia Gámez (liberada el pasado mes de marzo) y Albert Vilalta, los tres cooperantes españoles de Barcelona-Acció Solidária que fueron secuestrados en Mauritania. [Foto: Efe]
Al hilo de la liberación de Roque Pascual y Albert Vilalta, los dos cooperantes catalanes que permanecían secuestrados en Mauritania, y de la ola informativa levantada me gustaría, en primer lugar, llevar a sus términos el alcance de los riesgos que corren los cooperantes en el Magreb y el África subsahariana. Jean Pierre Filiu, autor del libro Las nueve vidas de Al Qaeda, sostiene que en realidad los raptos son fortuitos y perpetrados por elementos mercenarios, cuyo móvil principal es el dinero aunque actúen frente a los occidentales en el marco de las proclamas de los ulemas islamistas radicales. El numero total de secuestrados desde febrero de 2003 está en torno a las 50 personas, diez de ellos asesinados, en los vastos territorios del desierto del Sáhara y del Sahel en Argelia, Túnez, Mauritania y Mali.
Estas personas no tienen un respaldo activo de la mayoría de la población en países como Mauritania o Mali. Sin embargo, son estas poblaciones las que sufren las consecuencias de los secuestros. Un ejemplo claro es la supresión del Rally Paris-Dakar en 2008 por el asesinato de cuatro turistas franceses en Mauritania, lo que privó a este país o al vecino Senegal de ingresos que suponían cerca del 10% de su PIB. Así, las victimas de esta violencia son —además de los cooperantes y turistas occidentales— fundamentalmente los pueblos de la zona, que se ven privados de una de sus principales fuentes de ingresos, el turismo, y todo tipo de relaciones culturales.
Los cooperantes expatriados suelen ser personas integradas en los lugares donde se encuentran, en los que permanecen uno o mas años. Son, por lo general, conocedores y estudiosos de las costumbres de la zona, de sus lenguas, etc. Además, aunque esto no se puede generalizar, colaboran en proyectos que son bien considerados y valorados por las poblaciones locales y que se desarrollan en contacto directo con éstas.
Otra cosa son los cooperantes ocasionales y los turistas. Pero este no es un problema sólo de África, donde por ejemplo la relativa prohibición de circular por la noche no siempre se cumple… El tema de la seguridad es muy relativo en muchos lugares del planeta y la gente debe saber que hay zonas y actividades que entrañan un riesgo, junto a lugares donde es difícil que te suceda nada. Y esto pasa en plena selva o en el interior de las principales ciudades del continente. Caso aparte representan las llamadas “caravanas solidarias” que deberán replantearse por la ostentación y el evidente atractivo que representan para terroristas o delincuentes.
Desde hace algún tiempo se da el fenómeno del turismo cooperante, que no es una actividad éticamente reprochable, como plantean algunos medios de la derecha. Simplemente hay personas que en vez de escoger un resort todo incluido en la Republica Dominicana elige ir a África y de paso llevar materiales escolares, máquinas de coser portátiles o microcréditos. Qué parte tiene de aventura, cuánta de turismo y qué parte de cooperación, eso cada uno lo verá; pero en cualquier caso, no se trata desde luego de actividades condenables.
Texto: José Gabriel Zurbano* / Ciudad futura
* Cooperante en Senegal durante 2008 y 2009.
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