El film documental Gazas tårer (Vibeke Løkkeberg, Noruega, 2010) contiene imágenes impactantes, pues trata del impacto de las bombas israelíes sobre el pueblo palestino; bombas fabricadas y vendidas por los mismos que ahora las hacen impactar también sobre Libia. En ambos casos, el impacto sobre la opinión pública occidental es relativo. En un caso, el palestino, porque parecería que hemos asumido como algo cotidiano e inevitable el horror, la opresión y la muerte de todo un pueblo durante décadas. El Estado racista de Sudáfrica desapareció hace tiempo pero el Israel del apartheid y la guerra eterna sigue ahí… Las bombas que impactan sobre Libia tampoco impactan ni generan indignación en buena parte de la opinión pública occidental. Se trata de nuestras bombas y además, dicen los medios, son para «proteger a la población civil» con fines «humanitarios»; un mensaje que se repite como un mantra budista en los telediarios y que consigue sus mismos efectos: vaciar las mentes de todo atisbo de realidad y de los más básicos principios de humanidad… la dialéctica paradójica de la propaganda de guerra en acción. Echemos un vistazo fuera de los partes de guerra de los telediarios a la realidad cotidiana del pueblo árabe (en Palestina, en Iraq o ahora en Libia), que vive y muere bajo nuestras bombas o las de nuestros aliados en una misma guerra, una guerra eterna…
+info sobre el film: ‘Tears of Gaza’ en tiff.net
Pingback: Bitacoras.com
Pingback: BlogESfera.com
Paco, cuánta razón tienes. Y qué documental más fuerte.
Miramos a otro lado cuando no está en «nuestro lado». Se cumple aquello de una muerte es un drama pero un millón es una estadística…Indiferencia. Pero la infamia está ahí fuera, ha sido alimentada hipócritamente por los mismos que se escandalizan y ahora se preguntan ¿por qué?.
Fanatismo religioso, odio, avaricia, el poder (dinero, petróleo…) la misma mierda de siempre. Ahora más que nunca me gusta recordar las palabras de Carl Sagan en Pale Blue Dot:
«La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.»
Gracias, Paco, gracias Carl…por hacer que no lo olvidemos.
Gracias, Dani.
Ya sabes, ya deberíamos saber: «Desgraciados los tiempos en los que hay que explicar lo obvio». Expliquemos lo obvio, difundamos la realidad… allá donde estemos, allá donde nos puedan oír o leer en este ‘1984’ al que datan como 2011.
MI DISPIACE
esta padrisimo que pase en español