El camino de vuelta del presidente del Congreso

José Bono en los tiempos en que era ministro de Defensa de Rodríguez Zapatero junto a los cardenales Cañizares Llovera y Rouco Varela

José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, ha declarado recientemente que Izquierda Unida va a acabar reducida a lo más “rancio” y “sectario” de PCE. Estas declaraciones las ha realizado el señor Bono en plena ofensiva política del PSOE y medios afines (la retroprogresía medíatica representada por PRISA y otros grupos empresariales) contra IU a cuenta de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo y los votos de los electos en ayuntamientos y comunidades autónomas.

El PSOE ha perdido una enorme proporción de su poder municipal y autonómico porque un alto porcentaje de su electorado —quizá voto prestado de la izquierda— rechaza las recetas neoliberales, de derecha extrema, que vienen aplicando «los socialistas» desde el gobierno y también —no lo olvidemos— la gestión municipal de este partido en los últimos cuatro años en cientos de localidades españolas. Pero el PSOE, lejos de rectificar estas políticas de derecha extrema dictadas por la banca y los grandes empresarios cuya última expresión es el nuevo decretazo de reforma de la negociación colectiva, ha decidido optar por el viejo, rancio y gastado discurso del voto útil con la vista puesta en las próximas elecciones generales; es decir, embestir hacia la izquierda y arremeter contra ella.

Un mensaje y una réplica

Los argumentos del señor Bono, pistoletazo de salida de esta campaña contra la izquierda, además pueden y deben ser calificados de franquistas. En este sentido, publicamos un mensaje en el perfil de Ciudad futura de la red social Twitter en el que se afirmaba textualmente que “José Bono es el arquetipo del franquismo sociológico remanente: garrulismo, anticomunismo y nacionalcatolicismo a partes iguales”. Es indudable (aunque quizá lo dude la revisionista Real Academia de la Historia) que el anticomunismo, aderezado con un catolicismo nacionalista a ultranza (nacional-catolicismo según la historiografía no revisionista), fue la principal seña de identidad política del régimen franquista a lo largo de cuatro largas décadas… de la misma forma que nadie medianamente informado podría negar que el señor Bono es un eminente anticomunista católico y nacionalista.

El citado mensaje no tardó en recibir una réplica en Twitter a cargo de la diputada y dirigente federal del PSOE Elena Valenciano: “No!! Jose Bono es un demócrata que peleó contra el franquismo cuando eso era peligroso (sic)” [la cursiva es nuestra]. Ignoramos la peculiar gradación de «peligrosidad» del franquismo que establece la señora Valenciano. Si en los años 70 el franquismo era «peligroso», imagínense ustedes cómo era en décadas anteriores. Tampoco utilizaremos aquí argumentos que se han usado en otros medios, tales como que el progenitor de Bono fuera un fascista rural. Éste es un dato irrefutable, pero no es menos cierto que a los hijos no se les pueden imputar los actos de sus padres. Como también es cierto que el señor Bono militó en sus años mozos —como tantos otros “hijos del régimen fascista”— en la oposición antifranquista de la «década peligrosa» de 1970. Bono llegó a militar en el Partido Socialista Popular (PSP) del profesor Enrique Tierno. En esa época el PSOE —actual partido de Bono y de la señora Valenciano— por regla general “ni estaba ni se lo esperaba” en barrios, campos, facultades o fábricas. A la sazón, era el Partido —así llamado popularmente el PCE— la fuerza política de la oposición democrática más nutrida y activa así como la única relevante a escala nacional.

Pero Bono —como tantos otros también— es de los que han hecho el camino de vuelta de la izquierda del sistema hacia los “burgos podridos” de la derecha más rancia, parafraseando a Don Manuel Azaña. La transmutación de la socialdemocracia europea, el “rostro humano” del capitalismo durante la Guerra Fría, en lo que es ahora, el puño de hierro de éste contra los trabajadores y la izquierda real allá donde gobierna, ha supuesto el abandono por parte de algunos de sus más destacados correligionarios —entre ellos José Bono— de su tradicional “doble lenguaje”, de esos guiños a la izquierda sociológica que hasta ahora les habían servido durante décadas (con inestimables apoyos externos de los de siemprepara frenar el avance y la consolidación de la izquierda real en varios países de Europa Occidental, entre ellos España.

Diremos para finalizar, desde un punto de vista estrictamente democrático formal, que tanto el Reglamento de la Cámara como la Constitución Española de 1978 otorgan al presidente del Congreso un papel moderador y hasta de representación institucional de las fuerzas políticas legales y con representación parlamentaria. Con la ley en la mano, los actos y declaraciones del señor Bono son incompatibles con ese alto cargo y ya no lo ostenta, lo detenta.

Sin entrar a valorar imputaciones delictivas que se hicieron en su momento (relacionadas con su evidente y hasta desvergonzadamente ostentoso enriquecimiento familiar siendo presidente de Castilla-La Mancha), así como sus más que supuestas “amistades peligrosas” con personajes tan oscuros y putrefactos como un pozo séptico, que la tercera autoridad del Estado español “olvide” las obligaciones constitucionales y reglamentarias inherentes a su cargo y arremeta contra una fuerza política parlamentaria (IU) y el principal partido que la integra (el PCE) es una muestra más de la descomposición de un régimen cuestionado por la calle y hasta por su propio Tribunal Constitucional, en estado de caída libre.

Aprovechando que nuestra lengua es mucho más específica que otras y sí distingue entre “ser” y “estar”, diremos que Bono no sólo está en la derecha; es de derechas y no lo puede disimular. A la menor oportunidad, al señor Bono se le acaba viendo el pelo de la dehesa… ¿Culminará el señor Bono su camino de vuelta a sus ‘orígenes biológicos’ persiguiendo y reprimiendo a los comunistas?

Enlace relacionado: Ciudad futura en Twitter

[Puño y letra] Carl Sagan (e historia de un ‘tweet’)

«Preveo cómo será la América de la época de mis hijos o nietos: (…) los temibles poderes tecnológicos estarán en manos de unos pocos y nadie que represente el interés público se podrá acercar siquiera a los asuntos importantes; la gente habrá perdido la capacidad de establecer sus prioridades o de cuestionar con conocimiento a los que ejercen la autoridad. […] La caída en la estupidez de Estados Unidos se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicación». […] «la pseudociencia y la superstición serán más tentadoras de año en año, (…) cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control. (…) Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse».


Carl Edward Sagan (EEUU, 1934-1996)
El mundo y sus demonios (publicado en 1997)

¿Se puede leer una descripción más exacta de la época actual? Lo que acabáis de leer fue escrito —previsto— en la segunda mitad de la década de 1990 por el gran científico estadounidense Carl Sagan en el que se podría calificar como su testamento vital para las futuras generaciones. El libro El mundo y sus demonios fue publicado en 1997, al año siguiente de la prematura muerte del astrónomo.

Con las limitaciones del medio, afirmábamos ayer en el twitter de Ciudad futuraen respuesta a una frase de nuestra amiga @1de2 a cuento de los temas de actualidad según los medios de comunicación masivos —matrimonios de la Monarquía, beatificaciones del Papado, torneos…—, que estamos «regresando a la Edad Media». La inmediatez y la urgencia que caracterizan los mensajes de Twitter, limitados a 140 caracteres, no hacen de éste precisamente el medio más adecuado para argumentar o debatir ideas, lo que en ocasiones lleva a escribir frases tan lapidarias como aparentemente exageradas o, en el peor de los casos, poco rigurosas. Es por ello que en una segunda lectura a veces te puedes arrepentir de lo escrito. No fue este el caso: una certera respuesta de nuestro amigo @DaniEPAP, citando unos pasajes de El mundo y sus demonios de Sagan, hizo que nos reafirmáramos en lo escrito… en la percepción de esa tendencia actual, reflejada por la mayoría de los medios y por gran parte de sus profesionales con honrosas pero escasas excepciones, de retroceso histórico a lejanos tiempos pasados de oscurantismo, irracionalidad y alienación masiva; a una nueva Edad Media.

Cada vez que encendemos un televisor o echamos un vistazo a los titulares de los mass mediase torna evidente lo que Sagan definía como «caída en la estupidez» de una sociedad (la norteamericana en su caso, aunque extensible a todo el llamado mundo occidental), reflejada en la «decadencia del contenido de los medios de comunicación». Y esto lo afirmaba el gran científico americano hace tres lustros, bastante antes de la llegada de estos oscuros comienzos del milenio actual que sus ojos no llegaron a contemplar.

Decía con clarividencia el gran Sagan en su prematura aunque certera visión del mundo actual que «cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control». (…) «Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse»…

¿Dejaremos como legado a las futuras generaciones el amargo cóctel de fanatismo, ignorancia, injusticia, alienación y servidumbre de estos oscuros tiempos o se agitará el mundo frente a sus demonios?

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

Página relacionada: Puño y letra

Rabinos y Pilatos en Jueves Santo

El 21 de abril, Jueves Santo en 2011, estaba prevista la realización de una “procesión” o manifestación atea en el centro de Madrid convocada por varias asociaciones ciudadanas. Este hecho, que en otros países de nuestro entorno no habría pasado de la categoría de anécdota en la prensa, ha levantado en España una gran polvareda de polémicas en internet y en los medios, dominados en gran parte por grupos corporativos partidarios del catolicismo a ultranza.

En los días previos a cuando estaba prevista la convocatoria atea, una web denominada Hazteoir.org, que se define como “la web del ciudadano activo”, emprendió una cruzada para que fuera prohibida que en definitiva obtuvo sus frutos… La delegada del Gobierno de Zapatero en la Comunidad de Madrid, tras un tira y afloja competencial con el Ayuntamiento de la capital, decidió finalmente prohibir la convocatoria atea. Teniendo en cuenta que estamos en fechas preelectorales, la señora María Dolores Carrión Martín, que así se llama la titular de la Delegación del Gobierno central del PSOE en Madrid, había intentado previamente pasar la patata caliente de la prohibición a las manos del Ayuntamiento de la capital…

El señor alcalde de la Villa y Corte (que de tonto no tiene un pelo), al igual que los rabinos de Jerusalén hace más de dos mil años en estas mismas fechas, exigió que fuera la señora Mª Dolores Carrión (representante en Madrid del césar monclovita) quien tomara en última instancia la decisión —como así contempla el ordenamiento jurídico— por mucho que ésta pretendiera lavarse las manos en relación con este asunto, como hiciera también Poncio Pilatos en estas mismas fechas hace más de dos mil años. Y razón legal no les faltaba (al señor alcalde y a los rabinos en su momento).

La señora Carrión en su reciente toma de posesión como delegada del Gobierno en Madrid en presencia del vicepresidente Chaves y otros altos cargos del gobierno de Zapatero. Carrión sustituyó en el cargo el pasado 1 de abril a Amparo Valcarce, correligionaria de Zapatero en su tierra natal que durante su mandato se caracterizó por permitir manifestaciones de grupos fascistas, racistas y neonazis en Madrid (con trágicos resultados alguna), así como por prohibir convocatorias antifascistas.

El ‘Botijo Party’ en la Red

El via crucis de los firmantes de la convocatoria atea acababa de empezar. Hazteoir.org, que en realidad es un medio más entre tantos de la ultraderecha católica, conspicuos representantes del Botijo Party en la Red, inició una campaña en Internet que ha tenido un amplio eco en los medios de comunicación, controlados en buena parte por sus correligionarios políticos y sectarios. La campaña consistía básicamente en alcanzar el objetivo de recoger “100.000 firmas por la libertad religiosa” y para exigir la “prohibición de la procesión atea y blasfema” (obsérvese la estrecha relación dialéctica entre los términos “libertad” y “prohibición”).

En realidad el mecanismo de “recogida de firmas” consistía en enviar un correo electrónico mediante un formulario en su web, algo imposible de verificar si nos atenemos a la Ley de protección de Datos. Convenientemente, justo en el plazo previsto, los convocantes aseguraron haber alcanzado el objetivo de las 100.000 firmas contra la convocatoria atea (100.423 firmas para no redondear tanto la cifra), aunque no sabemos a ciencia cierta si hicieron entrega de estas virtuales solicitudes a la señora delegada del Gobierno de Zapatero. En cualquier caso, la señora Carrión, acto seguido, tomó la decisión de prohibir la convocatoria. 

«Respeto». Autor: Don Addis

‘Genocidio’

Con las manos sucias tras esta prohibición que atenta —one more time— contra ese papel mojado que son los principios constitucionales, que reconocen los derechos de reunión, expresión y manifestación en España, la señora Carrión intentó de nuevo emular a Pilatos escudándose en la reacción popular contraria a la convocatoria. Así, en la web ultraderechista citada, manifiestan con satisfacción que “con la prohibición de la ‘procesión’ atea, la Delegación del Gobierno socialista en Madrid reconoce el valor de la presión ciudadana”. El término “socialista” es de ellos, la cursiva es nuestra.

No contentos con la prohibición o quizá más bien animados por la decisión de la socialista Carrión, los abogados del entorno de esa web ultraderechista católica —doctores tiene la Iglesia— han emprendido acciones legales contra los firmantes de la convocatoria prohibida consistentes en la interposición de una querella por delitos como el de “provocación al odio”, “manifestación ilícita” y —ya metidos en gastos, como diríamos en Madrid—… “genocidio” («difusión de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen actos de genocidio, penado con hasta dos años de prisión»).

¿Acabará el via crucis de los firmantes de la convocatoria atea con su crucifixión legal?, ¿alguien con dos dedos de frente puede seguir creyendo a estas alturas, por mucha fe en la Santa Transición que se tenga, que España es realmente un “Estado social y democrático de Derecho”? De «aconfesional» ni hablamos, como dice el conocido chiste.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

[Vídeo] ‘Lágrimas de Gaza’, lágrimas de Iraq, lágrimas de Libia…

El film documental Gazas tårer (Vibeke Løkkeberg, Noruega, 2010) contiene imágenes impactantes, pues trata del impacto de las bombas israelíes sobre el pueblo palestino; bombas fabricadas y vendidas por los mismos que ahora las hacen impactar también sobre Libia. En ambos casos, el impacto sobre la opinión pública occidental es relativo. En un caso, el palestino, porque parecería que hemos asumido como algo cotidiano e inevitable el horror, la opresión y la muerte de todo un pueblo durante décadas. El Estado racista de Sudáfrica desapareció hace tiempo pero el Israel del apartheid y la guerra eterna sigue ahí… Las bombas que impactan sobre Libia tampoco impactan ni generan indignación en buena parte de la opinión pública occidental. Se trata de nuestras bombas y además, dicen los medios, son para «proteger a la población civil» con fines «humanitarios»; un mensaje que se repite como un mantra budista en los telediarios y que consigue sus mismos efectos: vaciar las mentes de todo atisbo de realidad y de los más básicos principios de humanidad… la dialéctica paradójica de la propaganda de guerra en acción. Echemos un vistazo fuera de los partes de guerra de los telediarios a la realidad cotidiana del pueblo árabe (en Palestina, en Iraq o ahora en Libia), que vive y muere bajo nuestras bombas o las de nuestros aliados en una misma guerra, una guerra eterna

+info sobre el film: ‘Tears of Gaza’ en tiff.net

El ‘alunizaje’ de un MiG-23

Bengasi (Libia), 19 de marzo de 2011

Un caza de fabricación soviética MiG-23, que junto con los franceses Mirage formaban el grueso de las Fuerzas Aéreas de Libia (ahora destruídas según portavoces británicos), cae sobre el bastión de los rebeldes al este del país. Algunos medios presentaron esta imagen como la prueba definitiva de que el gobierno libio estaba incumpliendo la Resolución 1973, recién aprobada por una parte del CS de Naciones Unidas, sobre la imposición de una zona de «exclusión aérea» en Libia. El presidente francés Sarkozi fue el primero en anunciar los ataques a Libia basándose en esta información y algunos medios llegaron a titular «Gadafi desafía a la ONU bombardeando y masacrando [¡!] Bengasi». En las redes sociales se difundió esta versión y algunos internautas mostraron su admiración hacia el fotógrafo, convenientemente apostado para esta ráfaga de instantáneas… ¿le darán el Pulitzer como a Obama el Nobel de la Paz?

Pero la realidad es bien distinta, si no opuesta, a lo que se publicó. La verdad, reconocida en un ataque de sinceridad por un portavoz de los rebeldes libios, quizá embargado por la euforia una vez comenzados los bombardeos «humanitarios», es que el MiG-23 en realidad se trataba de un aparato capturado por los aviadores rebeldes en el curso de la «revolución» cívico-mediática-militar previa a la agresión euroestadounidense. El piloto rebelde del MiG (que saltó antes del impacto; en el círculo de la imagen) provocó su incendio y caída libre sobre Bengasi seguramente para justificar los bombardeos extranjeros sobre su propio país. Así es el «patriotismo» moderno. El grado de implicación del fotógrafo lo desconocemos, sólo podemos suponerlo.

‘Alunizaje’ sobre Bengasi

En España los periodistas de sucesos denominan «alunizaje» a una técnica de robo con violencia sobre la propiedad ajena que consiste en sustraer primero un automóvil, preferiblemente de gran cilindrada (aunque no tanta como un MiG), para estrellarlo después sobre las lunas del escaparate de un establecimiento para poder acceder a él de forma rápida y proceder a su saqueo. El vehículo robado (como el MiG) es posteriormente abandonado a su suerte (como el MiG) y los cacos huyen en otro coche con el botín (en el caso del MiG el escape se realizó con paracaídas).

En días anteriores a la caída del MiG rebelde sobre Bengasi, unas fotografías de supuestos rebeldes ejecutados también se presentaron en los medios occidentales como pruebas de las «matanzas del régimen libio sobre civiles indefensos» (el término «régimen» ya entraña en sí mismo una acusación en el lenguaje mediático actual casi mayor que «matanza»). Un vídeo demostró posteriormente que en realidad los ejecutados eran militares libios asesinados a sangre fría por los rebeldes tras su captura e interrogatorio. Pocos medios rectificaron y ninguno pidió disculpas por difundir esa noticia falsa. Además, a las pocas horas YouTube censuró el vídeo probatorio de este crimen de los rebeldes «humanitarios» porque mostraba imágenes de extrema violencia.

A pesar de éstas y otras muchas pruebas, los rebeldes siguen siendo presentados como «población civil desarmada» por la mayoría de los medios estatales y privados… y esta propaganda de guerra ajena a la realidad es difundida de forma gratuíta en las redes sociales de internet, donde se llega a increpar y pedir explicaciones a los partidarios de que cese esta guerra de agresión por el petróleo libio que ya ha causado decenas de muertos civiles, éstos sí de verdad. Afortunadamente, parece que cada vez menos se creen la propaganda de guerra y la obvia censura y manipulación de la información en los telediarios y medios del «régimen»*… ¡Bienvenidos a la realidad!

[*]: Encuestas publicadas por los diarios de tirada nacional ‘ABC’, ‘El País’ y ‘Público’ han coincidido en mostrar una posición mayoritaria de los españoles en contra del ataque a Libia; ello a pesar de la apuesta unánime por la guerra del presidente Zapatero y el líder «opositor» Rajoy, así como de las principales fuerzas parlamentarias (bloque PSOE-PP-nacionalistas). Por otra parte, el ‘hashtag’ #noalaguerra de la red social Twitter se convitió en «Tema del momento» en España el mismo día del comienzo de los ataques sobre Libia.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

Entrada relacionada: Redes sociales: La TV 2.0 o el ‘brazo tonto’ de la OTAN

Redes sociales: La TV 2.0 o el ‘brazo tonto’ de la OTAN

Vaya por delante algo que debería parecer obvio: estar contra la guerra no significa apoyar a Gadafi. Del mismo modo que las decenas de millones de ciudadanos de mundo que se movilizaron contra la invasión y la guerra en Iraq en 2003 no lo hicieron para apoyar a Sadam, sino en solidaridad con un pueblo que ocho años después aún sufre las consecuencias de esa invasión.

Sirva lo anterior como punto de partida para establecer una serie de similitudes y diferencias entre ambos conflictos…

En primer lugar, tanto libios como iraquíes viven sobre “un mar de petróleo”. Algo que está en la raíz de la atormentada historia de los pueblos árabes desde los tiempos de Lawrence de Arabia. Esto es otra obviedad que también es necesario recordar ahora.

Como en todos los países árabes, libios e iraquíes desde hace siglos están divididos en tribus, circunstancia que ha sido aprovechada desde tiempos remotos por las potencias coloniales occidentales para ejercer su control sobre ellos (divide et impera). Muchas de sus fronteras actuales están “trazadas con tiralíneas” en virtud de un acuerdo entre los imperios británico y francés que lleva el nombre de los dos funcionarios que lo negociaron (Sikes-Picot, respectivamente); no hay más que echar un vistazo a un atlas.

En el caso de Iraq, esta rémora secular de la división tribal se ve agravada por la división sectaria y religiosa, algo que ha sido y es aprovechado por EEUU y su gobierno colaboracionista local para mantener su (relativo) control de Mesopotamia y sus recursos: kurdos al norte, suníes en el centro, chiíes al sur, que ahora sufren una guerra civil larvada fomentada por sus jerifaltes religiosos y sectarios.

‘Divide et impera’ y los caballos de Troya

En el caso de Libia —ironías de la historia— la división tribal se corresponde territorialmente con las antiguas provincias del Imperio de Roma. La Italia fascista de Mussolini (un chusco aggiornamento de la Roma imperial) aprovechó esta circunstancia para mantener su control sobre Libia en épocas no tan lejanas. En Iraq, los kurdos aliados de EEUU fueron la excusa para iniciar una política de injerencia armada y sanciones que provocaron más de un millón y medio de muertos —una gran parte de ellos niños según ONGs sanitarias— en el Iraq previo a la invasión. En Libia las tribus cirenaicas de la zona oriental del país (muy rica en recursos petrolíferos, como el Kurdistán iraquí) han sido el Caballo de Troya de la injerencia armada de EEUU y sus satélites… todo ello convenientemente travestido en los medios como “revolución”. Una estrategia muy exitosa para sus promotores y financiadores, como se comprobó con las “revoluciones” televisivas (llamadas “de colores”) de la Europa del Este y otras posteriores.

Al igual que en Iraq, los medios nos presentan como principal argumento para la injerencia “petrohumanitaria” en Libia a un malo muy malo y a un pueblo que espera con ansiedad la llegada del Séptimo de Caballería para salvarlos. Mientras, sus “revolucionarios” agitan banderas occidentales y monárquicas de tiempos pasados de su país y disparan flamantes armas humanitarias recién importadas.

Tanto en Iraq como en Libia, la injerencia de EEUU y aliados para captar sus recursos económicos comienza con la imposición de una “zona de exclusión aérea”. A diferencia de Iraq, en Libia se ha promovido la guerra civil previamente a la invasión y no a posteriori. Por esta razón en Libia no es tan “necesaria” una invasión directa más allá de la del espacio aéreo… siempre y cuando sus rebeldes cumplan con eficiencia y celeridad la tarea que les ha sido encomendada y financiada.

Yacimientos e instalaciones de hidrocarburos en Libia. Obsérvese que los principales yacimientos de petróleo y gas, oleoductos, gasoductos y la mayoría de las reservas están ubicados en la región oriental del país (Cirenaica), la zona controlada por los insurgentes desde el principio de una rebelión cuyo foco principal ha sido la ciudad de Bengasi. [Fuente original: gráfico interactivo: «El petróleo de Libia» en elpais.com]

Rebeldes prooccidentales libios dotados con una batería antiaérea. De fondo, uno de los que fueron sus primeros y principales objetivos: las instalaciones petrolíferas. [Foto: John Moore]

Los rebeldes libios, bien dotados de equipos informáticos desde un principio, combinaron su ofensiva militar con una fuerte presencia en las principales redes sociales —como Twitter (en la imagen) o Facebook— e insistieron en que se les definiera como «revolucionarios». Otro de sus principales argumentos es que el gobierno Libio atacaba a sus partidarios «desarmados», algo que parece contradictorio con la imagen anterior a ésta y muchas otras publicadas o televisadas. No obstante, ese mensaje desmentido por una realidad bien visible, fue masivamente difundido por estas redes en miles de ‘post’ y ‘tweets’. Éste ha sido seguramente uno de los fenómenos más ‘inexplicables’ desde los inicios de la Red Internet.

‘War for oil’ 2.0

A diferencia de Libia en 2011, millones de ciudadanos se movilizaron contra la agresión imperial y la guerra en Iraq, en la que fue calificada como la primera gran movilización de carácter global. Ésta consiguió, sin duda, contrarrestar la propaganda de guerra de la mayoría de los medios corporativos, muchos de ellos controlados por los mismos (grandes corporaciones y entidades financieras) que hicieron y hacen pingües negocios en el Iraq ocupado, lo que fue calificado como el mayor expolio de la historia. A diferencia de Libia en 2011, en virtud de aquella gran movilización, no hizo falta convencer a nadie de que la de Iraq era y es una guerra por el petróleo (War for oil).

A diferencia de Iraq en 2003, el gobierno de Francia no está contra la intervención extranjera en Libia: el actual presidente de la República es uno de los más firmes partidarios del ardor guerrero y de la política de las cañoneras. Sarkozi ha demandado a la llamada «comunidad internacional» ataques con urgencia desde el mismo momento en que el gobierno Libio amenazó con presentar las pruebas que supuestamente demostraban que Libia financió la campaña del petit Bonaparte a la Presidencia a cambio de quién sabe qué… Pruebas que podrían acabar convertidas en cenizas por los bombadeos de Trípoli (¿Bagdad 2.0?) si los rebeldes pro-OTAN no toman pronto «el poder» en la capital Libia.

Al igual que en el caso de Iraq en 2003, en 2011 los mismos sujetos siguen manteniendo un control absoluto de los mismos medios de comunicación, con la diferencia de que ahora los medios públicos están más plenamente integrados que antes en las campañas de propaganda bélica en la mayoría de los países occidentales desarrollados, cuyos cables plagados de mentiras (que harían sonrojarse al Propagandaleiter Goebbels) son los que marcan a fin de cuentas la “realidad” publicada y el pulso de lo que se difunde en el resto del mundo; en los medios y en las llamadas redes sociales…

A diferencia de Iraq en 2003 —a la sazón internet cumplió un papel fundamental para difundir y propagar la movilización contra la guerra—, en el caso de Libia en 2011 existe un nuevo fenómeno llamado web 2.0 con sus redes sociales, que están cumpliendo un efectivo papel inconsciente (en todos los sentidos del término) de difusión de la propaganda de guerra…

A diferencia de Iraq en 2003, ya nadie sale a la calle para movilizarse contra esas guerras por el petróleo que tienen muchos muertos olvidados en su haber… debe ser más cómodo no pensar, no moverse y tuitear o postear desde el sofá «esas cosas» que dicen los telediarios.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

P.s.: A diferencia de Iraq en 2003, el comandante en jefe de las tropas del Imperio —el mismo que iba a cerrar Guantánamo— es Premio Nóbel de la Paz.

Entradas relacionadas en Ciudad futura:
Siempre nos quedará Reikiavik
“Lo de Libia”, muy resumido

El terremoto en Japón: Una imagen que lo dice todo

Entre las miles de fotografías que ya inundan la Red del violento seísmo en Japón nos ha llamado la atención ésta. De un simple vistazo y de forma puntual, a miles de kilómetros casi en la otra punta del continente euroasiático (en el Instituto de Investigación Geocientífica GFZ de Postdam en los arrabales de Berlín), se ha visto así el terremoto japonés. El dedo índice de la mano izquierda de un geólogo señala su momento más álgido en el monitor del sismógrafo. La línea plana de la izquierda representa la calma que precedío al intenso seísmo de este nuevo 11 de marzo de infausto recuerdo. Dentro de esas escarpadas líneas casi nos podemos imaginar multitud de imágenes de vidas truncadas (cientos o miles según las fuentes nada rigurosas de los medios, rebotadas compulsivamente en las redes sociales), infraestructuras y edificaciones destruídas, incendios e inundaciones… Nuestro recuerdo para los que murieron otro 11 de marzo de 2004 en Madrid, víctimas del fanatismo religioso que azota nuestro mundo en la actualidad; y también para los japoneses que han muerto este 11 de marzo de 2011, víctimas de un fenómeno natural que azota la Tierra desde eones y la azotará mientras sea un planeta geológicamente activo. [Foto: Fabrizio Bensch/Reuters. Fuente y más imágenes del terremoto: TheAtlantic.com]

Invierno caliente en EEUU: Palmeras en Wisconsin

En estos días se está desarrollando una oleada de protestas sindicales en Estados Unidos que, al igual que el proceso revolucionario que vive Islandia, está siendo censurada de forma sistemática y consciente en los medios masivos de comunicación del Occidente desarrollado. Nada que ver con otras supuestas «revoluciones» televisadas que en algún caso parecen algo bien distinto por no decir lo contrario.

¿Qué es más noble al espíritu, sufrir
golpes y dardos de la airada suerte,
o tomar armas contra un mar de angustias
y darles fin luchando?

William Shakespeare (monólogo de Hamlet)

El foco de las protestas en este invierno caliente norteamericano —que se están extendiendo a otros Estados como Ohio, Indiana y California— ha sido Wisconsin, un frío Estado septentrional fronterizo con Canadá. Su causa, frenar las nuevas leyes antiobreras que, como un reguero de pólvora, se están extendiendo y promoviendo por el Legislativo en varios Estados de esta Unión presidida por Obama. Una de las medidas que se pretenden implantar es que los empleados públicos y sus representantes no tengan capacidad para negociar las condiciones relativas a la Seguridad Social o las pensiones, además de que la autoridad estatal sea la que decida en última instancia en los conflictos colectivos o se amplíe la prohibición del derecho de huelga a la inmensa mayoría de los funcionarios.

La cadena ultraderechista Fox (una de las principales de EEUU y de la que ya hemos hablado aquí en alguna ocasión) se ha personado en el conflicto —aunque no exactamente en el lugar de los hechos, como veremos— para descalificar y desprestigiar unas protestas sindicales que, al igual que las medidas antiobreras, también se están extendiendo como un reguero de pólvora por toda la Unión.

Recientemente, representantes sindicales estadounidenses asaltaron y tomaron el Capitolio del Estado de Wisconsin mientras se desarrollaba una de las votaciones de estas medidas, algo convenientemente censurado en la televisiones públicas o privadas en España, por ejemplo. «Trabajadores asaltan el Capitolio de Wisconsin (EEUU) al grito de ¡Vergüenza!», decíamos en nuestro twitter, con enlace al vídeo colgado en YouTube, esa TV comunitaria que se está convirtiendo en la única forma de ver la realidad de lo que pasa en el mundo…

Pero las protestas de los trabajadores de Wisconsin no acabaron ahí. Han continuado de forma pacífica con manifestaciones en la calle. Para ilustrar el «odio en los rostros» de los trabajadores y algunos conatos de enfrentamientos con la policía, un intrépido reportero llamado Mike Tobin [nada que ver con la también llamada «Tasa Tobin»] del programa Bill O’Reilly Show de la cadena Fox, una especie de magazine de entretenimiento —y descerebramiento masivo, añadiríamos—, «informaba» que en Madison (la capital del gélido Wisconsin) se estaban produciendo esos «violentos enfrentamientos». La Fox en este caso no censura, lo que hace es manipular con el característico estilo chapucero a que nos tiene acostumbrados el «periodismo» actual. En la Fox nadie reparó (o sí, pero les da lo mismo) en el hecho de que en varios planos de esas supuestas imágenes de Madison, Wisconsin, aparecen las características altas palmeras angelinas («palm trees» en inglés) que solemos ver en las películas de Hollywood rodadas en Los Ángeles y alrededores…

Invierno en Minnesota y ‘palmeras’ en Wisconsin

Dicen en Estados Unidos que la mejor forma de definir el frío extremo es «invierno en Minnesota». Wisconsin es un Estado aledaño a Minnesota, en su misma latitud y también fronterizo con un gran país tropical. ¿Brasil? No, Canadá. El clima extremo en invierno de Wisconsin no es incompatible con todas las formas de vida (aunque algunas como las marmotas se ven obligadas ralentizar sus constantes vitales e hibernar), pero sí es incompatible con la existencia al aire libre de cualquier especie de palmeras. De la misma forma que su clima político también empieza a ser incompatible con la existencia de derechos o de representantes de los trabajadores, por lo que se ve en peligro de extinción al igual que en otros Estados de EEUU y otras provincias de la Unión (también llamadas «países capitalistas occidentales»).

Otrosí diremos que las «formas de vida inteligente» en la Fox y otras cadenas de TV no están en peligro de extinción por los simples motivos de que ni están ni se las espera: Palmeras en Wisconsin… Según cita la web Cubadebate, algunos cibernautas han calificado irónicamente esta última (pero no la última) manipulación de la Fox como «una evidencia del cambio climático» que sufre nuestro planeta.

Manipulación o censura, he ahí el dilema del «periodismo» de masas actual.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

Entradas relacionadas de Ciudad futura:
La Fox y las gallinas
Siempre nos quedará Reikiavik

Siempre nos quedará Reikiavik

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una serie de revueltas populares en varios países árabes, especialmente en el Norte de África, que se iniciaron en Túnez con el derrocamiento y huída del socialdemócrata Ben Alí y se han extendido como un reguero de pólvora a otros países. El más importante de ellos —y de todo el mundo árabe—, Egipto…

La imagen que nunca veremos en los telediarios: manifestación popular en Reikiavik, capital de Islandia, un país donde a pesar de no estar limitado o prohibido el acceso a los medios de comunicación occidentales, éstos no envían corresponsales

Desde un tiempo atrás, previo a las revueltas árabes actuales, un verdadero proceso revolucionario —la correctamente denominada «Revolución silenciada»— está avanzando con paso firme en una isla remota del Atlántico Norte, Islandia, donde se ha forzado la dimisión del gobierno en pleno, se ha encarcelado a los banqueros y especuladores responsables de crisis y del empobrecimiento de la que hasta entonces fuera una de las naciones con mayor índice de bienestar social del mundo y además, por decisión democrática en referéndum, el pueblo de Islandia se ha negado a asumir la deuda contraída por un puñado de sujetos: sus banqueros y especuladores privados, cuya deuda multiplicaba varias veces el Producto Interno Bruto de toda la economía del país.

Actualmente el proceso islandés continúa con la redacción y tramitación de una nueva Constitución que puede suponer la confirmación de una ruptura con el sistema político y económico anterior (el mismo que hay en España y otros países occidentales desarrollados) que provocó la ruina del país. Analistas económicos confirman que la economía islandesa puede superar la recesión a pesar de —o gracias a— estos cambios revolucionarios y empezar a crecer de nuevo el próximo año.

Todo lo anterior se asemeja bastante a una revolución clásica en cuanto a los cambios sociales y sistémicos reales si exceptuamos el legítimo recurso a la violencia para la toma del poder frente a una minoría opresora o colonial, o la defensa de la revolución frente al acoso interno o la agresión externa de sus enemigos, como fue el caso de otros procesos revolucionarios históricos (la revolución americana, la francesa o la rusa, por ejemplo). No debe ser ajeno a esto el hecho de que Islandia sea una isla y además está poco poblada, por lo que posibles contagios revolucionarios a otros países de su entorno son fácilmente contrarrestados simplemente con el silencio informativo; algo que han cumplido al pie de la letra la inmensa mayoría de los medios occidentales, sobre todo en los países europeos satélites de EEUU, para cuyos fantoches gobernantes al servicio de los banqueros el «ejemplo islandés» sería especialmente demoledor.

Las «olas revolucionarias» se televisan mientras surfeamos en la Red

Cuando todo esto sucede en la silenciada Islandia sin que casi nadie lo sepa en Europa, una ola revolucionaria, denominada así por los medios, partidos del sistema y sus corifeos en Internet, dicen que está desarrollándose en varios países árabes del Magreb así como del Mashreq (Egipto y Oriente Próximo) y viene ocupando portadas, abriendo telediarios o protagonizando cientos de miles de mensajes cortos en la Red, redactados por miles de expertos en geopolítica que conseguimos resumir análisis muy profundos en 140 caracteres. Y todo ello al ritmo acompasado que va marcando cada telediario, como olas que van y vienen pero que nunca llegan a ninguna orilla: hoy toca Túnez, mañana te olvidas de Túnez porque toca Egipto; olvídate de Egipto, eso ya pasó, que hoy toca Libia…  Sigue leyendo