[Vídeo] ‘Lágrimas de Gaza’, lágrimas de Iraq, lágrimas de Libia…

El film documental Gazas tårer (Vibeke Løkkeberg, Noruega, 2010) contiene imágenes impactantes, pues trata del impacto de las bombas israelíes sobre el pueblo palestino; bombas fabricadas y vendidas por los mismos que ahora las hacen impactar también sobre Libia. En ambos casos, el impacto sobre la opinión pública occidental es relativo. En un caso, el palestino, porque parecería que hemos asumido como algo cotidiano e inevitable el horror, la opresión y la muerte de todo un pueblo durante décadas. El Estado racista de Sudáfrica desapareció hace tiempo pero el Israel del apartheid y la guerra eterna sigue ahí… Las bombas que impactan sobre Libia tampoco impactan ni generan indignación en buena parte de la opinión pública occidental. Se trata de nuestras bombas y además, dicen los medios, son para «proteger a la población civil» con fines «humanitarios»; un mensaje que se repite como un mantra budista en los telediarios y que consigue sus mismos efectos: vaciar las mentes de todo atisbo de realidad y de los más básicos principios de humanidad… la dialéctica paradójica de la propaganda de guerra en acción. Echemos un vistazo fuera de los partes de guerra de los telediarios a la realidad cotidiana del pueblo árabe (en Palestina, en Iraq o ahora en Libia), que vive y muere bajo nuestras bombas o las de nuestros aliados en una misma guerra, una guerra eterna

+info sobre el film: ‘Tears of Gaza’ en tiff.net

El ‘alunizaje’ de un MiG-23

Bengasi (Libia), 19 de marzo de 2011

Un caza de fabricación soviética MiG-23, que junto con los franceses Mirage formaban el grueso de las Fuerzas Aéreas de Libia (ahora destruídas según portavoces británicos), cae sobre el bastión de los rebeldes al este del país. Algunos medios presentaron esta imagen como la prueba definitiva de que el gobierno libio estaba incumpliendo la Resolución 1973, recién aprobada por una parte del CS de Naciones Unidas, sobre la imposición de una zona de «exclusión aérea» en Libia. El presidente francés Sarkozi fue el primero en anunciar los ataques a Libia basándose en esta información y algunos medios llegaron a titular «Gadafi desafía a la ONU bombardeando y masacrando [¡!] Bengasi». En las redes sociales se difundió esta versión y algunos internautas mostraron su admiración hacia el fotógrafo, convenientemente apostado para esta ráfaga de instantáneas… ¿le darán el Pulitzer como a Obama el Nobel de la Paz?

Pero la realidad es bien distinta, si no opuesta, a lo que se publicó. La verdad, reconocida en un ataque de sinceridad por un portavoz de los rebeldes libios, quizá embargado por la euforia una vez comenzados los bombardeos «humanitarios», es que el MiG-23 en realidad se trataba de un aparato capturado por los aviadores rebeldes en el curso de la «revolución» cívico-mediática-militar previa a la agresión euroestadounidense. El piloto rebelde del MiG (que saltó antes del impacto; en el círculo de la imagen) provocó su incendio y caída libre sobre Bengasi seguramente para justificar los bombardeos extranjeros sobre su propio país. Así es el «patriotismo» moderno. El grado de implicación del fotógrafo lo desconocemos, sólo podemos suponerlo.

‘Alunizaje’ sobre Bengasi

En España los periodistas de sucesos denominan «alunizaje» a una técnica de robo con violencia sobre la propiedad ajena que consiste en sustraer primero un automóvil, preferiblemente de gran cilindrada (aunque no tanta como un MiG), para estrellarlo después sobre las lunas del escaparate de un establecimiento para poder acceder a él de forma rápida y proceder a su saqueo. El vehículo robado (como el MiG) es posteriormente abandonado a su suerte (como el MiG) y los cacos huyen en otro coche con el botín (en el caso del MiG el escape se realizó con paracaídas).

En días anteriores a la caída del MiG rebelde sobre Bengasi, unas fotografías de supuestos rebeldes ejecutados también se presentaron en los medios occidentales como pruebas de las «matanzas del régimen libio sobre civiles indefensos» (el término «régimen» ya entraña en sí mismo una acusación en el lenguaje mediático actual casi mayor que «matanza»). Un vídeo demostró posteriormente que en realidad los ejecutados eran militares libios asesinados a sangre fría por los rebeldes tras su captura e interrogatorio. Pocos medios rectificaron y ninguno pidió disculpas por difundir esa noticia falsa. Además, a las pocas horas YouTube censuró el vídeo probatorio de este crimen de los rebeldes «humanitarios» porque mostraba imágenes de extrema violencia.

A pesar de éstas y otras muchas pruebas, los rebeldes siguen siendo presentados como «población civil desarmada» por la mayoría de los medios estatales y privados… y esta propaganda de guerra ajena a la realidad es difundida de forma gratuíta en las redes sociales de internet, donde se llega a increpar y pedir explicaciones a los partidarios de que cese esta guerra de agresión por el petróleo libio que ya ha causado decenas de muertos civiles, éstos sí de verdad. Afortunadamente, parece que cada vez menos se creen la propaganda de guerra y la obvia censura y manipulación de la información en los telediarios y medios del «régimen»*… ¡Bienvenidos a la realidad!

[*]: Encuestas publicadas por los diarios de tirada nacional ‘ABC’, ‘El País’ y ‘Público’ han coincidido en mostrar una posición mayoritaria de los españoles en contra del ataque a Libia; ello a pesar de la apuesta unánime por la guerra del presidente Zapatero y el líder «opositor» Rajoy, así como de las principales fuerzas parlamentarias (bloque PSOE-PP-nacionalistas). Por otra parte, el ‘hashtag’ #noalaguerra de la red social Twitter se convitió en «Tema del momento» en España el mismo día del comienzo de los ataques sobre Libia.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

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Redes sociales: La TV 2.0 o el ‘brazo tonto’ de la OTAN

Vaya por delante algo que debería parecer obvio: estar contra la guerra no significa apoyar a Gadafi. Del mismo modo que las decenas de millones de ciudadanos de mundo que se movilizaron contra la invasión y la guerra en Iraq en 2003 no lo hicieron para apoyar a Sadam, sino en solidaridad con un pueblo que ocho años después aún sufre las consecuencias de esa invasión.

Sirva lo anterior como punto de partida para establecer una serie de similitudes y diferencias entre ambos conflictos…

En primer lugar, tanto libios como iraquíes viven sobre “un mar de petróleo”. Algo que está en la raíz de la atormentada historia de los pueblos árabes desde los tiempos de Lawrence de Arabia. Esto es otra obviedad que también es necesario recordar ahora.

Como en todos los países árabes, libios e iraquíes desde hace siglos están divididos en tribus, circunstancia que ha sido aprovechada desde tiempos remotos por las potencias coloniales occidentales para ejercer su control sobre ellos (divide et impera). Muchas de sus fronteras actuales están “trazadas con tiralíneas” en virtud de un acuerdo entre los imperios británico y francés que lleva el nombre de los dos funcionarios que lo negociaron (Sikes-Picot, respectivamente); no hay más que echar un vistazo a un atlas.

En el caso de Iraq, esta rémora secular de la división tribal se ve agravada por la división sectaria y religiosa, algo que ha sido y es aprovechado por EEUU y su gobierno colaboracionista local para mantener su (relativo) control de Mesopotamia y sus recursos: kurdos al norte, suníes en el centro, chiíes al sur, que ahora sufren una guerra civil larvada fomentada por sus jerifaltes religiosos y sectarios.

‘Divide et impera’ y los caballos de Troya

En el caso de Libia —ironías de la historia— la división tribal se corresponde territorialmente con las antiguas provincias del Imperio de Roma. La Italia fascista de Mussolini (un chusco aggiornamento de la Roma imperial) aprovechó esta circunstancia para mantener su control sobre Libia en épocas no tan lejanas. En Iraq, los kurdos aliados de EEUU fueron la excusa para iniciar una política de injerencia armada y sanciones que provocaron más de un millón y medio de muertos —una gran parte de ellos niños según ONGs sanitarias— en el Iraq previo a la invasión. En Libia las tribus cirenaicas de la zona oriental del país (muy rica en recursos petrolíferos, como el Kurdistán iraquí) han sido el Caballo de Troya de la injerencia armada de EEUU y sus satélites… todo ello convenientemente travestido en los medios como “revolución”. Una estrategia muy exitosa para sus promotores y financiadores, como se comprobó con las “revoluciones” televisivas (llamadas “de colores”) de la Europa del Este y otras posteriores.

Al igual que en Iraq, los medios nos presentan como principal argumento para la injerencia “petrohumanitaria” en Libia a un malo muy malo y a un pueblo que espera con ansiedad la llegada del Séptimo de Caballería para salvarlos. Mientras, sus “revolucionarios” agitan banderas occidentales y monárquicas de tiempos pasados de su país y disparan flamantes armas humanitarias recién importadas.

Tanto en Iraq como en Libia, la injerencia de EEUU y aliados para captar sus recursos económicos comienza con la imposición de una “zona de exclusión aérea”. A diferencia de Iraq, en Libia se ha promovido la guerra civil previamente a la invasión y no a posteriori. Por esta razón en Libia no es tan “necesaria” una invasión directa más allá de la del espacio aéreo… siempre y cuando sus rebeldes cumplan con eficiencia y celeridad la tarea que les ha sido encomendada y financiada.

Yacimientos e instalaciones de hidrocarburos en Libia. Obsérvese que los principales yacimientos de petróleo y gas, oleoductos, gasoductos y la mayoría de las reservas están ubicados en la región oriental del país (Cirenaica), la zona controlada por los insurgentes desde el principio de una rebelión cuyo foco principal ha sido la ciudad de Bengasi. [Fuente original: gráfico interactivo: «El petróleo de Libia» en elpais.com]

Rebeldes prooccidentales libios dotados con una batería antiaérea. De fondo, uno de los que fueron sus primeros y principales objetivos: las instalaciones petrolíferas. [Foto: John Moore]

Los rebeldes libios, bien dotados de equipos informáticos desde un principio, combinaron su ofensiva militar con una fuerte presencia en las principales redes sociales —como Twitter (en la imagen) o Facebook— e insistieron en que se les definiera como «revolucionarios». Otro de sus principales argumentos es que el gobierno Libio atacaba a sus partidarios «desarmados», algo que parece contradictorio con la imagen anterior a ésta y muchas otras publicadas o televisadas. No obstante, ese mensaje desmentido por una realidad bien visible, fue masivamente difundido por estas redes en miles de ‘post’ y ‘tweets’. Éste ha sido seguramente uno de los fenómenos más ‘inexplicables’ desde los inicios de la Red Internet.

‘War for oil’ 2.0

A diferencia de Libia en 2011, millones de ciudadanos se movilizaron contra la agresión imperial y la guerra en Iraq, en la que fue calificada como la primera gran movilización de carácter global. Ésta consiguió, sin duda, contrarrestar la propaganda de guerra de la mayoría de los medios corporativos, muchos de ellos controlados por los mismos (grandes corporaciones y entidades financieras) que hicieron y hacen pingües negocios en el Iraq ocupado, lo que fue calificado como el mayor expolio de la historia. A diferencia de Libia en 2011, en virtud de aquella gran movilización, no hizo falta convencer a nadie de que la de Iraq era y es una guerra por el petróleo (War for oil).

A diferencia de Iraq en 2003, el gobierno de Francia no está contra la intervención extranjera en Libia: el actual presidente de la República es uno de los más firmes partidarios del ardor guerrero y de la política de las cañoneras. Sarkozi ha demandado a la llamada «comunidad internacional» ataques con urgencia desde el mismo momento en que el gobierno Libio amenazó con presentar las pruebas que supuestamente demostraban que Libia financió la campaña del petit Bonaparte a la Presidencia a cambio de quién sabe qué… Pruebas que podrían acabar convertidas en cenizas por los bombadeos de Trípoli (¿Bagdad 2.0?) si los rebeldes pro-OTAN no toman pronto «el poder» en la capital Libia.

Al igual que en el caso de Iraq en 2003, en 2011 los mismos sujetos siguen manteniendo un control absoluto de los mismos medios de comunicación, con la diferencia de que ahora los medios públicos están más plenamente integrados que antes en las campañas de propaganda bélica en la mayoría de los países occidentales desarrollados, cuyos cables plagados de mentiras (que harían sonrojarse al Propagandaleiter Goebbels) son los que marcan a fin de cuentas la “realidad” publicada y el pulso de lo que se difunde en el resto del mundo; en los medios y en las llamadas redes sociales…

A diferencia de Iraq en 2003 —a la sazón internet cumplió un papel fundamental para difundir y propagar la movilización contra la guerra—, en el caso de Libia en 2011 existe un nuevo fenómeno llamado web 2.0 con sus redes sociales, que están cumpliendo un efectivo papel inconsciente (en todos los sentidos del término) de difusión de la propaganda de guerra…

A diferencia de Iraq en 2003, ya nadie sale a la calle para movilizarse contra esas guerras por el petróleo que tienen muchos muertos olvidados en su haber… debe ser más cómodo no pensar, no moverse y tuitear o postear desde el sofá «esas cosas» que dicen los telediarios.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

P.s.: A diferencia de Iraq en 2003, el comandante en jefe de las tropas del Imperio —el mismo que iba a cerrar Guantánamo— es Premio Nóbel de la Paz.

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El mejor regalo para estas señaladas fechas…

Textos en Rebelión

Aunque el titular sobre estas líneas pudiera inducir a pensarlo, no se trata de todos los textos que hemos ido ido publicando en ésta nuestra/vuestra Ciudad futura en Estado de Rebelión permanente —ahí seguimos— en este 2010 de Estados de Alarma —y ahí sigue—, recortes, medidas gubernamentales antisociales… y otras leyes elaboradas a base de mordazas y tijeras en ministerios (o en embajadas extranjeras).

Lo que os presentamos aquí son los textos que el prestigioso medio digital alternativo Rebelión.org, espacio pionero y de visita y referencia obligadas para el análisis y la información veraz en castellano, ha tenido a bien reproducir y publicarnos a lo largo de este 2o10 que toca a su fin. Huelga decir lo que esto ha significado para nosotros: todo un honor y también una responsabilidad añadida, teniendo en cuenta que con nuestras colaboraciones un medio masivo como Rebelión ha amplificado nuestra modesta voz para que así llegue a decenas de miles de internautas.

2010 ha sido también un año en el que otros medios tan destacados y también de referencia obligada como Nodo50 (España), Monthly Review (Estados Unidos) o Cubaperiodistas (Cuba) también han alojado referencias, textos y otros trabajos gráficos de Ciudad futura. Sin olvidar, por supuesto, nuestra reciente incorporación al colectivo de colaboradores de Amazings.es, nuevo y exitoso espacio sinérgico y simbiótico que ha sonado como el campanazo del año en la Red en el ámbito hispano de la difusión y divulgación de las ciencias. Capítulo aparte merecerían nuestras aportaciones reproducidas en blogs y webs amigas que en justa correspondencia también son para nosotros valiosas fuentes de inspiración y conocimiento.

Volviendo a Rebelión, ya lo sabéis: Si en estas señaladas fechas vosotros mismos o vuestros más allegados disponéis de mucho tiempo libre y/o de poca vida social, regalaros o regalad este par de enlaces que siguen, en los que están recopilados todos los textos de Ciudad futura publicados en Rebelión.org en este último año. Todos ellos también los podéis encontrar en ciudad-futura.net junto con unos cuantos más (sí, confesamos que hemos escrito unos cuantos más), pero para ello ya tendríais que hacer uso de nuestros sistemas de búsqueda, etiquetas y secciones, o bien de nuestra página de Archivo, con todas y cada una de las más de 500 entradas publicadas hasta la fecha en CF ordenadas cronológicamente. Aquí va pues, sin más dilaciones, la recopilación de Rebelión.org:

Los enlaces de Rebelión a una treintena de textos variados de quien suscribe estas líneas: Artículos de Paco Arnau publicados en Rebelión.org

Y por el mismo precio, una docena (+1) de aportaciones de nuestro ameno, pero no por ello menos riguroso, historiador y cooperante de cabecera: Artículos de José Gabriel Zurbano publicados en Rebelión.org

No dejéis de aprovechar esta oferta navideña* ;)

Paco Arnau, editor de ciudad-futura.net

[*]: Sólo válida durante los pocos días que restan para que acabe el maldito 2010.

Para saber lo que pasa en Corea hay que ver la TV… de Argentina

Un buen reportaje de la TV Pública de Argentina sobre las claves del conflicto en la Península de Corea sin manipulación informativa y sin propaganda bélica de EEUU-Corea del Sur, algo impensable (o al menos altamente improbable) en las televisiones públicas o privadas españolas…

[Vía: Cuestionatelotodo]

César e Irene Falcón: un matrimonio con compromiso

César Falcón (1892-1970) fundó junto a José Carlos Mariátegui el Partido Socialista Peruano. En 1919 ambos se vieron obligados a abandonar su país porque el periódico La Razón —que Falcón había fundado poco antes— publicó un artículo en el que definía a los miembros del Parlamento como personal senil y claudicante. Su viaje, rememorado por Irene Falcón, debió ser apasionante. Salieron hacia Nueva York donde encontraron a los estibadores portuarios de los docks neoyorkinos en huelga y luego arribaron a Alemania, en plena revolución espartaquista. A finales de 1919 llegaron al puerto de Le Havre y se dirigieron a París, donde permanecieron unas semanas antes de separarse. Mariátegui fue a Italia y Falcón se encaminó hacia Madrid. Antes de que el primero regresara a Perú, en 1920, ambos fundaron en Italia el Partido Comunista de Perú.

Afincado en España, hacia principios de 1920, empezó a remitir artículos a los diarios La Vanguardia de Barcelona y El Liberal de Bilbao, donde trabajaba como periodista y tenía gran influencia el líder socialista Indalecio Prieto, y a España, semanario dirigido por el también socialista vasco Luis Araquistáin. Viajó como corresponsal por la Europa de entreguerras, en la Alemania de los soviets espartaquistas, redactó crónicas desde las fábricas italianas ocupadas por los huelguistas y de la huelgas de los ferroviarios, se convirtió en un “intelectual comprometido”. A finales de 1923, cuando se encontraba en Alemania junto al entonces director de El Liberal Miguel Moya Ojanguren,este recibió la noticia de su destitución por el cambio editorial en consonancia con el del gobierno que giró a la derecha con la llegada del general Miguel Primo de Rivera al poder.

Recuerda su compañera Irene Falcón como, durante este periodo de la Dictadura primorriverista, César Falcón participaba en las diatribas entre Unamuno, Valle Inclán y Gabriela Mistral en el café del Ateneo de Madrid y en las tertulias de Ramón Gómez de la Serna en el café Pombo. El periódico El Sol, inspirado por el filósofo Ortega y financiado por el magnate papelero vasco Urgoiti, siguió una trayectoria inversa a El Liberal y de aplaudir la proclamación del dictador pasó a convertirse en crítico de la Dictadura. En él escribían lo que se consideraba la créme de la créme del republicanismo español: Ortega y Gasset, Fernando de los Ríos, Pérez de Ayala, Moreno Villa o Américo Castro; Margarita Nelken era la crítica de arte y el compositor comunista Bacarisse, el de música. En sus páginas no se publicaban noticias sobre toros y loterías con el fin de acabar con estos dos “vicios nacionales” (que hoy siguen, vivos e incuestionados, sobre todo el segundo).  Sigue leyendo

7 de noviembre: La defensa de Madrid

Cartel «Defender Madrid es defender Cataluña» (texto en catalán en el original; litografía en color de 1937, 139×100 cm). Autor: Martí Bas / Sindicato de Diseñadores Profesionales de UGT-Catalunya.

Tras el fracaso del golpe militar fascista del 18 de julio de 1936 en la mayor parte del territorio y en las principales ciudades y centros industriales de la República Española, entre ellos Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao, las tropas de Franco tuvieron como principal objetivo militar un avance rápido desde el Sur y el Oeste para tomar la capital de la República y así acortar una guerra que, de lo contrario, prometía ser larga y muy costosa para los rebeldes nacionalistas-católicos y sus apoyos extranjeros.

A principios de noviembre de 1936 las tropas franquistas ya estaban a las puertas de Madrid gracias a la imprescindible participación de tropas mercenarias marroquíes y al apoyo armamentístico y logístico de las potencias nazi-fascistas europeas de la época: Alemania e Italia. Ni el mismo gobierno legítimo, presidido por el socialista Francisco Largo Caballero (jefe del ala izquierda del PSOE y la UGT), confiaba en la posibilidad táctica de mantener Madrid bajo la bandera tricolor tras ese rápido avance rebelde que situó la línea del frente en los arrabales de la ciudad, y ordenó el traslado de las instituciones del Estado a Valencia. Pero en esos días se constituye la Junta de Defensa de Madrid y se inicia una movilización total cívico-militar para resistir y defender la capital española. Madrid no sólo resistió al avance fascista; a partir de ahí las posiciones de las fuerzas contendientes se estabilizaron hasta el final de la guerra en la zona central, hasta el punto de que ciudades como Bilbao o Barcelona, en 1936 alejadas del frente, cayeron mucho o bastante antes que Madrid.

Madrid, ‘rompeolas de las españas’ y capital del mundo

La movilización del pueblo de Madrid, en primer lugar, pero también la unificación, reorganización y el aumento de la disciplina de guerra de las milicias sindicales y las fuerzas militares regulares republicanas, en lo que jugó un papel determinante el PCE, contribuyeron de forma fundamental a dar al traste con los planes de Franco de tomar Madrid en primera instancia en esos días de noviembre de 1936. No hay que olvidar tampoco que la llegada de material de guerra moderno adquirido a la Unión Soviética, como los tanques T-26 y varias escuadrillas de nuevos cazas monoplanos Poliarkov I-16, los más rápidos y maniobrables de la época, contribuyeron también de forma decisiva a detener el avance fascista por tierra y aire y —a partir de ahí— realizar contraofensivas en los meses subsiguientes, varias de ellas con éxito, en los campos de batalla del Centro de la península.

Poliarkov I-16 ‘Mosca’ de la Fuerza Aérea de la República Española. Se trata del primer caza monoplano con tren de aterrizaje retráctil y diseño moderno. Los primeros I-16, de los más de 200 de estos aparatos adquiridos a la URSS, llegaron a España en octubre de 1936 y dotaron a la República de una neta superioridad aérea sobre los rebeldes en los primeros meses de guerra. Éste que mostramos es un caza de la Cuarta Escuadrilla, formada por 12 I-16 y que se distinguía de las demás por el Popeye dibujado en el timón de cola.

La metrópolis sitiada el 7 de noviembre de 1936 resistió tres años de guerra del lado de la República —desde el principio hasta el final de la contienda— en lo que muchos historiadores coinciden en definir como una hazaña popular heroica equiparable a otras como la resistencia hasta la extenuación de los ciudadanos de Leningrado frente a los nazis en la Segunda Guerra Mundial. El gobierno de la República Española se trasladó a Valencia, pero la Villa de Madrid era reconocida en todo el globo en esas fechas que ahora conmemoramos como «la capital del mundo» y el principal símbolo de resistencia al fascismo en una Europa continental cuyos países, como fichas de dominó, caían rendidos a los pies de Hitler uno tras otro sin apenas resistencia. Pero Madrid resistió.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

Santiago Carrillo: Tres episodios

A continuación os presentamos un texto en el que nuestro colaborador José Gabriel Zurbano nos presenta una semblanza de Santiago Carrillo, una personalidad que pertenece a una generación que marcó el devenir de nuestro país en momentos cruciales de nuestra historia. El historiador parte de tres episodios —más bien un episodio y dos fases históricas— para valorar la figura de Carrillo, líder comunista y, de facto, «jefe de la oposición» al franquismo durante décadas. Una aportación interesante desde el punto de vista de la historiografía aunque no exenta de valoraciones políticas que, sin duda, nos hará reflexionar y debatir. [Ciudad futura]

1. Paracuellos: la eterna controversia

De entrada no nos engañemos, la figura de Santiago Carrillo, ha tenido muchas fases distintas, pero siempre ha quedado de manifiesto ser un político de raza, los de “tomar partido hasta mancharse”, como pedía el poeta comunista Gabriel Celaya. Empezó participando con apenas 19 años, como secretario general de las Juventudes Socialistas en el comité revolucionario en un levantamiento, la revolución de Asturias y otros puntos del País Vasco y cuencas mineras de Castilla y León en octubre de 1934, frente a un gobierno de la república, pero un gobierno de las derechas que estaba desvirtuando las virtudes republicanas y se encaminaba a un régimen autoritario tras la entrada de la CEDA en el mismo. Luego se demostraría, que estas prevenciones estaban en lo cierto, cuando las juventudes de Acción Católica y de la CEDA se pasaron en masa a la Falange al comienzo de la guerra civil. En este comienzo, Carrillo fue uno de los encargados por el gobierno en fuga a Valencia de Largo Caballero, de defender Madrid de su inminente caída a manos de los franquistas en noviembre de 1936. Nombrado Consejero de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, como secretario general de una organización, las Juventudes Socialistas Unificadas que llegaron a contar con más de 300.000 militantes, y cuyos dirigentes se integraron en masa en el Partido Comunista de España, ante la desaparición de escena del PSOE y la rápida respuesta del PCE a las necesidades reales de hacer frente al fascismo, mediante la creación de unas milicias bien disciplinadas y orientadas políticamente en torno al V Regimiento. “El 19 de julio/en el patio de un convento/ El Partido Comunista/ creó el Quinto Regimiento” (Miguel Hernández).  Sigue leyendo

Wikileaks Iraq: ¿Necesitábamos una confesión firmada?

La reciente filtración y publicación de documentos secretos del Pentágono (Ministerio de la Guerra de EEUU) por parte de la ONG Wikileaks no descubren nada que no supiéramos de antemano pero sí dejan al descubierto las miserias de unos medios de comunicación internacionales que llevan ya muchos años —demasiados— representando el papel de meros órganos de propaganda de guerra que reproducen y transmiten las consignas de Washington y de Wall Street; los dos pilares sobre los que se asienta el Imperio global estadounidense y su régimen: respectivamente, un colosal aparato estatal-militar al servicio de las guerras emprendidas por las grandes corporaciones privadas para la rapiña de recursos económicos y humanos globales con más de la mitad de su presupuesto destinado al gasto militar, y la sede del capitalismo financiero desde la que se toman las grandes decisiones que luego aplican los gobiernos de turno de su partido único con dos versiones.

La Guerra y ocupación de Iraq ha sido —y es, no olvidemos que aún continúa— la demostración más cruda de por dónde van los tiros en el Nuevo Orden mundial surgido a principios de la década de 1990 tras la disolución de la URSS: el capitalismo absoluto y rampante. Precisamente la primera agresión bélica al martirizado país de los iraquíes —durante la presidencia de Bush I— por parte de EEUU y sus satélites fue posible gracias a la implosión de la superpotencia soviética. A partir de ahí siguió más de una década de sanciones económicas a Iraq que fueron la causa directa de más de 1,5 millones de muertos (en su mayoría niños), la mayor parte debidos a la carencia de productos médicos e infraestructura y maquinaria sanitaria a causa de ese bloqueo que finalizó con la invasión en 2003. Este embargo criminal ha sido denunciado a lo largo de más de 10 años por diversas organizaciones internacionalistas y solidarias, voces que clamaban en un vacío informativo desierto, como fue el caso de la meritoria y honorable Campaña por el Levantamiento de las Sanciones a Iraq, con sede en Madrid.

Después del 29 de septiembre de 2001, el nuevo jefe del régimen militar-corporativo estadounidense Bush II (hijo de Bush I) ordenó iniciar en su calidad de comandante en jefe de las tropas imperiales una nueva guerra en un país estratégico desde los puntos de vista militar y económico y a caballo entre Asia Central y Oriente Medio. Daba comienzo así la Guerra de Afganistán contra los talibán, fánáticos teocrático-feudales amigos y aliados de EEUU («luchadores de la libertad», según Reagan) que fueron armados, financiados y aupados finalmente al poder tras la retirada del Ejército soviético de Afganistán (una retirada que sí fue real y efectiva). Otro de sus «objetivos» declarados era capturar a un personaje tan fantasmal como etéreo denominado Bin Laden —señor de la guerra de la teocracia saudí y antiguo amigo de EEUU también—; aún están «trabajando en ello». A partir de ahí, este complejo militar-financiero de EEUU con destacados representantes con intereses económicos directos en la región dentro del mismo gobierno (vicepresidente y varios miembros del Gabinete de la Casa Blanca) se lanzó en 2003 a una nueva aventura bélica para conquistar una de las reservas de petróleo más importantes del mundo: la II Guerra de Iraq en la que aún estamos (el nuevo jefe Obama no ha retirado sus tropas a pesar de que lo prometió y aunque los medios convencionales hayan publicado sin rubor lo contrario este mismo año).  Sigue leyendo

[Arte digital] Dale May: América, sexo y muerte

Dale May es un artista neoyorkino que refleja en sus trabajos, no exentos de altas dosis de ironía, el modo de vida americano. May actualiza con medios de hoy la tradición del fotomontaje de denuncia, uno de cuyos ejemplos más destacables es el español Josep Renau con su famosa serie Fata morgana USA: The American way of life (1967). Dale May nos muestra con su obra «The Bomb» (parte de la serie Pinups) dos de los elementos fundamentales de ese modo de vida americano y del modelo cultural y propagandístico-publicitario del capitalismo occidental: el paradójico culto al sexo y a la muerte [clic en la imagen para ampliar].

+info y galería de trabajos del autor: dalemayphotography.com
Entrada relacionada en Ciudad futura: América está gagá