Starmus: Un gran espacio para vivir el cosmos

Con escaso eco en los medios de comunicación y sin el apoyo institucional que se merecía un acontecimiento así, del 20 al 24 de julio (aa.i) se ha celebrado al sur de la isla canaria de Tenerife el ‘Starmus Festival’. Aunque los promotores del evento —a la cabeza de ellos el astrofísico de origen armenio afincado en Canarias Garik Israelian, miembro del IAC— le dieron un título que combinaba las palabras “star” y “music”, el eje central del programa de sesiones fue la astronomía, la astrofísica y la cosmonáutica para conmemorar el medio siglo de la hazaña soviética de Yuri Alexéievich Gagarin, el primer hombre en el espacio (1961-2011).

Sin olvidar, claro está, la «música de las estrellas», con la activa participación de Brian May, rara avis en el mundo del rock si tenemos en cuenta que el que fuera guitarrista de mítico grupo británico Queen es también astrofísico. May dió una de las conferencias del programa bajo el título “¿Qué estamos haciendo en el espacio?” y junto a la banda Tangerine Dream (con Pink Floyd a finales de los 60) ofreció el concierto de clausura con algunos temas inéditos que combinaban acordes musicales con ondas acústicas reales provenientes de estrellas como el Sol o Alfa Centauri; la unión de la música, la “expresión más abstracta del arte” con el sonido del cosmos… Un contundente “We will we will rock you!”, el famoso tema de Queen, hizo levantar de sus asientos a todos los asistentes al concierto, incluído al alma del Starmus en primera fila, el también mítico cosmonauta de la Unión Soviética Alexéi Leonov, primer hombre que flotó libremente en el espacio exterior en un paseo extravehicular de 10 minutos allá por 1965 (Vosjod 2) y comandante de la Soyuz en la primera misión conjunta soviético-estadounidense Apolo-Soyuz en 1975.

Un denso programa con un impresionante plantel de ponentes

Resulta difícil tan siquiera intentar resumir el denso programa de sesiones del Starmus. Hubo tardes en las que se relizaron hasta seis conferencias a cargo de figuras tan destacadas como los premios Nobel Jack Szostak (“El origen de la vida en la Tierra”) y George Smoot (“Señales desde el principio”) o los eminentes científicos y divulgadores Richard Dawkings, que nos habló sobre “Exobiología y religión” mostrando afablemente su desacuerdo (filosófico también) con la segunda parte del título de su conferencia; o Michel Mayor, de la Universidad de Ginebra, que nos ilustró sobre los “Planetas extrasolares” descubiertos en los últimos años, “muchos, muy variados y por todas partes”, vino a decir. Mayor también anunció que, gracias a la búsqueda selectiva de exoplanetas en marcha, próximamente serán descubiertos nuevos mundos similares al nuestro en regiones relativamente cercanas del universo. 

De izquierda a derecha: Claude Nicolier, Michel Mayor, Buzz Aldrin y Brian May

A este impresionante plantel hay que añadir los nombres de George Smith (co-inventor del dispositivo CCD de las cámaras digitales actuales), Kip Thorne (físico teórico del Instituto Caltech de EEUU), Robert Williams (presidente de la Unión Astronómica Internacional), Sami Solanki (director del Instituto Max Plank de Alemania), Adam Burrows (astrofísico de la prestigiosa Universidad de Princeton, en la que trabajó Albert Einstein hasta su muerte)… y muchos otros que sería prolijo relacionar con detalle; como George Smoot (Universidad de Berkeley), Leslie Sage (revista ‘Nature), Joseph Silk (Universidad de Oxford), entre otros… Todos ellos hicieron sus correspondientes presentaciones en este denso programa de conferencias del Starmus de sólo cinco días.

Otra destacada presencia fue la de la astrónoma estadounidense Jill Tarter, que intentó, a falta de respuestas verificables, dar pistas sobre una pregunta esencial —incluso existencial— que todos nos hemos hecho alguna vez: “Hay alguien ahí fuera?”. Contact, la novela del gran Carl Sagan también conocida por su versión cinematográfica protagonizada por la actriz Jodie Foster (doctora Arroway), está basada en la vida de Tarter, dedicada hasta hoy en cuerpo y alma a la búsqueda de señales inteligentes procedentes del espacio mediante el Proyecto SETI.

Juntos en el espacio

Coincidiendo con el 50º aniversario del vuelo de Yuri Gagarin, el Starmus puso el también el acento en la presencia de destacados representantes de la Edad de Oro de la cosmonáutica, historia viva de una generación que abrío las puertas del espacio en las décadas de 1960 y 1970. No resulta exagerado afirmar que presenciamos un acontecimiento histórico en España que reunió por primera vez a pioneros del cosmos como el héroe estadounidense Neil Armstrong (Apolo 11), el primer hombre que puso el pie en otro mundo; Buzz Aldrin, quien acompañó a Armstrong en el primer alunizaje; el veterano cosmonauta soviético Victor Gorbatko, con varias misiones Soyuz y Salyut a sus espaldas (con él coincidimos en un funicular que llevaba a la costa atlántica del recinto y gritamos “poyéjali!” cuando arrancó); Bill Anders, que con la misión Apolo 8 llegó por primera vez a la órbita lunar; Jim Lovell, mundialmente conocido por la película ‘Apolo 13’ y la frase “Houston, tenemos un problema” en una difícil misión con final feliz; Charlie Duke, el décimo y último hombre que llegó a pisar la Luna en la misión Apolo 16… Otros menos veteranos como el astronauta de la ESA Claude Nicolier, que nos ilustró sobre los descubrimientos del telescopio espacial Hubble, o Yuri Baturin, cosmonauta soviético con varias expediciones a la Estación Orbital MIr también paticiparon en el Starmus. Echamos de menos a la primera mujer en el espacio, la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, que finalmente no pudo asistir. Acompañada en todo momento por Leonov, Nina Kotenkova, la viuda del ingeniero jefe del programa espacial soviético, Serguéi Koroliov, también participó en el Starmus.

Nina Ivánovna Kotenkova, viuda de Serguéi Koroliov, el ingeniero jefe del programa espacial del URSS (izquierda), y Alexéi Leonov durante una entrevista en la sala de prensa del Starmus

Escenario del acto de homenaje a Yuri Gagarin «50 años en el espacio: Poyéjali» en el Palacio de congresos Magma de Tenerife el 24 de julio de 2011. Una foto que es historia viva de la carrera espacial entre las dos superpotencias, «la mejor y mayor Olimpiada de la historia» en palabras de Leonov: de izda. a dcha., la presentadora rusa del acto, Alexéi Leonov (Vosjod 2 y Apolo-Soyuz, URSS), Bill Anders (Apolo 8, EEUU), Victor Gorbatko (Soyuz-Salyut, URSS), Neil Armstrong (Apolo 11, EEUU), Jim Lovell (Apolo 13, EEUU) y Yuri Baturin (Soyuz-Mir, URSS)

Sin embargo, dos figuras descollaron entre todas y no sólo por la leyenda que les precedía, también por su impresionante calidad humana: Alexéi Leonov y Neil Armstrong. Lograr que el astronauta estadounidense viniera al Starmus no debió ser tarea fácil para la organización. Al contrario que su compañero lunar Aldrin (con el que no coincidió en el evento), Armstrong no alimenta su ego y vive alejado de reuniones públicas y medios desde hace décadas. Que viniera hasta España para “rendir tributo a los nobles hombres que antes fueron sus competidores”, refiriéndose a los cosmonautas soviéticos presentes, fue todo un logro. Armstrong es un tipo tímido y modesto y así nos consta: en los desplazamientos fue en autocar con los demás mortales (participantes, invitados y periodistas); brindó emocionado por Yuri Gagarin en la “cena de gala” del Starmus; destacó los logros de la URSS en el espacio, sin los cuales “no hubiera sido posible el programa Apolo”; se dejó fotografiar con aquéllos que se lo reclamaron a pesar de su evidente timidez… Modestia y generosidad, algo difícil de encontrar en personajes de su talla, son dos palabras que pueden definir con justicia a Armstrong tras conocerlo cara a cara.

Dos grandes pioneros, Leonov y Armstrong, durante la mesa redonda del Starmus «Descubre el cosmos y cambia el mundo». Este acto duró 108 minutos, exactamente el tiempo que duró la misión de Yuri Gagarin desde el lanzamiento de la Vostok 1 hasta el aterrizaje.

¿Qué decir de Alexéi Leonov? Se podría resumir en una sola frase que difundimos en las redes sociales durante las sesiones del Starmus: “Leonov no sólo tiene cara de buena persona, es una buena persona”… por su carácter e incansable trabajo y tenaz entrega. El organizador del evento, Garik Israelian, afirmó en la sesión inaugural que la implicación personal de Leonov fue decisiva para el éxito de la convocatoria. Durante las sesiones fuimos testigos de ello y de la envidiable energía de un hombre de 77 años que asistió a todas las sesiones, atendió a todo el mundo siempre con una sonrisa en la boca y hasta participó en el concierto de rock de cierre, donde los Tangerine Dream interpretaron un tema especialmente compuesto para él. Sólo una frase de «queja» pude escuchar de su boca una de la veces que coincidí con Leonov, y ésta fue en castellano, la lengua universal más apropiada para quejarse: “¡Mucho trabajo!”.

“Descubre el cosmos y cambia el mundo” fue el lema del Starmus. En consonancia con este lema que suscribimos, finalizamos esta reseña con un deseo reivindicado y compartido por Leonov y Armstrong: “Que el XXI sea el siglo en el que la humanidad destierre definitivamente las guerras”.

Texto y fotos: Paco Arnau / Ciudad futura

Leonov (derecha), su hija haciendo las veces de traductora durante la intervención de Buzz Aldrin y quien suscribe estas líneas (izquierda). [Foto: Javier Peláez]

Durante las sesiones del Starmus tuve el honor y el gran placer de conocer personalmente («desvirtualizar») a Javier Peláez (‘Irreductible’, a la izquierda) y a Antonio Martínez Ron (‘Aberrón’, en el centro), dos de los fundadores de Amazings.es, portal de divulgación de la ciencia y el pensamiento racional en el que ‘Ciudad futura’ colabora. [Foto: Alison Hughes]

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Tenerife, 21/06/2011.— Del 20 al 25 de junio de 2011 se está celebrando en el sur de Tenerife (Islas Canarias) Starmus, un encuentro internacional que reúne diversas disciplinas científicas relacionadas con la astronomía y la cosmonáutica, así como con la cultura, el arte y la música, bajo el esperanzador lema —más en unos tiempos tan atribulados como estos— «Descubre el cosmos y cambia el mundo». El «Tributo a Yuri Gagarin», ciudadano soviético y del mundo y primer cosmonauta de la historia de la humanidad es el eje central de este acontecimiento que se celebra en el año del 50º Aniversario del vuelo de la Vostok 1 y coincide, además, con el evento astronómico del solsticio de verano.

Ayer, 20 de junio, se realizó la primera sesión del Starmus. Hicieron sus presentaciones personajes de la talla de Claude Nicolier (astrofísico, astronauta de la ESA), quien en la rueda de prensa, preguntado sobre el futuro del programa espacial tripulado de la NASA y la próxima retirada de los transbordadores espaciales, declaro que «los shuttle han sido vehículos costosos y peligrosos» y que la NASA se va a concentrar en misiones [no tripuladas, suponemos] más allá de nuestra órbita baja. Nicolier también habló de vida en el cosmos y de que ésta no tiene por qué ser un fenómeno peculiar de nuestro planeta a pesar de que «la materia en el universo está muy dispersa».

Michel Mayor (astrofísico de la Universidad de Ginebra, Suiza), hablando sobre exobiología y citando al filósofo griego Epicuro («¿Y si hay vida en esos planetas?»), afirmó que «podrían existir condiciones para la vida en Marte» […] «incluso el primer paso de la vida se podría haber dado en el planeta rojo»; además, en cuanto a la búsqueda de exoplanetas con condiciones de habitabilidad para organismos biológicos, Mayor dijo que —concentrando la búsqueda en un catálogo de «estrellas candidatas» en regiones cercanas de nuestra galaxia— va a ser posible en un plazo razonable encontrar más mundos similares a la Tierra a una distancia relativamente cercana al Sistema Solar; específicamemente destacó como una de estos cuerpos extrasolares candidatos para la búsqueda a HD85512B.

Jill Tarter, astrónoma estadounidense que inspiró el personaje protagonista de Contact (Ellie Arroway en la magnífica obra de ciencia ficción de Carl Sagan, llevada al cine), habló sobre el proyecto SETI y la búsqueda y recepción de posible señales inteligentes procedentes del cosmos, disciplina que definió como «la arqueología del futuro».

‘La URSS y EEUU empatamos y ahora gana China’

El astronauta de la NASA Buzz Aldrin (quien acompaño a Neil Armstrong en el descenso a la Luna en la histórica misión Apolo 11 en 1969), en el estilo peculiar, dicharachero y «políticamente incorrecto» que lo caracteriza, afirmó que «tras la misión Apolo-Soyuz en 1975 se dijo que la carrera espacial entre las dos grandes superpotencias había acabado y dado paso a una nueva época de colaboración. En esa competición la URSS y EEUU empatamos… ahora ganan los chinos». También expresó como una de las dos cosas de las que «se arrepentía» en su carrera como astronauta, es de que la NASA, tras la cancelación del programa Apolo, concentrara todos sus esfuerzos en los transbordadores espaciales y no así en cápsulas orbitales tripuladas. Interpretamos que quizá en referencia a la situación actual y de que a partir del mes que viene Estados Unidos dejará de tener capacidad de realizar misiones espaciales tripuladas a la Estación Espacial Internacional o a cualquier o otro lugar, pasando a depender de las Soyuz de diseño soviético, naves contemporáneas de las antiguas Apolo. También habló de que, superada la fase anterior de competencia, con grandes logros: «Al principio, nuestro reto fue dar la impresión de que EEUU podía hacer frente a los grandes avances de la URSS en la carrera espacial»; es necesario actualmente un «liderazgo conjunto, compartido» para llevar adelante los retos de la exploración del espacio en nuestros días.

¡Leonov, Tereshkova, Armstrong!

Pero sin duda la «estrella del día» en Starmus fue el mítico y laureado cosmonauta soviético Alexéi Leonov, primer hombre que salió al espacio exterior para realizar una actividad extravehicular. En una breve pero profunda y emotiva intervención, la más aplaudida por los asistentes en la sesión del día, el gran Leonov destacó como un enorme logro este evento en España por parte de los organizadores de una iniciativa que por primera vez en la historia reúne tan destacados participantes relacionados con la exploración del espacio en un encuentro internacional del que se sentía honrado por haber colaborado en su promoción, sin olvidar el espíritu común que nos había traído hasta aquí: «Es Yuri Gagarin en realidad quien no ha reunido a todos», afirmó Leonov recordando a su inolvidable amigo Yura medio siglo después de su hazaña. [Disculpadnos una autorreferencia: ha sido un gran honor para quien escribe estas lineas poder estrechar ayer la mano de Alexéi Leonov]

Las sesiones del Starmus continuarán hasta el próximo viernes 25, con nuevas conferencias tan interesantes como las que hemos relacionado brevemente aquí. La sesión del último día contará con la asistencia de otros dos grandes personajes históricos pioneros del cosmos: nada menos que la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, la primera mujer en el espacio, y Neil Armstrong, ciudadano estadounidense y primer hombre que puso el pie sobre la superficie de otro mundo.

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