Aunque ambas imágenes muestran parecidos más que razonables en el gesto, también son muchas las diferencias. No sólo los trajes (los famosos trajes) de los protagonistas son muy diferentes; la moda ha cambiado mucho desde el siglo XVII y los precios de los trajes suponemos que también, aunque Francisco Camps no entienda mucho de precios… al parecer otros le pagaban sus trajes. Mientras que el holandés Justino de Nassau entrega las llaves de la ciudad de Breda al genovés al servicio de España Ambrosio de Spinola en el cuadro del genial Velázquez, Francisco Camps no entrega ninguna llave a nadie y se frota las manos… Aunque acosado él y su partido por investigaciones judiciales por graves cargos de corrupción, Camps sólo responde ante Dios y ante la Historia y hace poco se ha autoproclamado candidato del PP a la Presidencia de la Comunidad Valenciana para ser reelegido. Lo de los jueces… «largo me lo fiáis». Su correligionario Carlos Fabra, presidente de la Diputación Provincial de Castellón y «ciudadano ejemplar» (Rajoy dixit) está imputado desde hace años por graves e incontables delitos de corrupción y sólo en caricaturas lo hemos visto lucir traje a rayas (cuyo coste correría a cargo de Instituciones Penitenciarias en este caso). Camps declaró en una ocasión que «Castellón tenía una enorme suerte por contar con Fabra»… para suerte enorme la del susodicho, cuya coartada para justificar sus abultados ingresos ha sido que le ha tocado en sucesivas ocasiones la Lotería. Y eso que dicen que el azar tiene leyes.
En el PP de Madrid de la lideresa ultraderechista Aguirre o la cólera de Dios, los casos de corrupción también harían palidecer a los Cuarenta de Alí Babá. En la molt honorable Generalitat catalana las cifras relacionadas con sobornos a politicastros del PSC-PSOE y de CiU por parte de grandes constructores alcanzan cotas de vértigo… Podríamos seguir con muchos más casos, pero es mejor insertar aquí el siempre socorrido «y un largo etcétera».
Lo más sorprendente de todo esto no es que los procesos por delitos de corrupción en España queden en gran parte en agua de borrajas al cabo de años gracias a maniobras dilatorias de unos acusados que así burlan la acción de la Justicia. Esto no sorprende porque forma parte en esencia de este sistema político-judicial hecho como un traje a medida (otra vez los trajes) para los amos del dinero, sus títeres políticos y los leguleyos de unos y otros. Lo que nos debería hacer reflexionar es porqué muchos electores siguen apoyando a fuerzas políticas en las que la corrupción está a la orden del día, con casos que se cuentan por miles en el partido que representa a este sistema, en sus diversas variantes (PP-PSOE o CiU-PNV-CC). ¿De dónde parte realmente la corrupción? ¿Dónde está es su base real? La corrupción es un sólido entramado que cubre todo el cuerpo social de los pies a la cabeza; desde los municipales «burgos podridos» hasta las más altas instancias de este Estado gobernado con mano firme por banqueros que no se presentan a las elecciones. En España no hay Estado de derecho, hay Estado de derechas… La diferencia de género en este caso es fundamental.
Texto: Paco Arnau / Ciudad futura
[Foto: Alberto Sáiz • Imagen: Detalle de La rendición de Breda de Diego Velázquez.
Óleo sobre lienzo de 1634 conservado en el Museo del Prado de Madrid]
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Personalmente, ya no creo en la politica. El que entra, sea del signo, color o ideologia que sea, entra a llenarse los bolsilos a costa nuestra.
A todos estos los ponia yo a trabajar de verdad: En el campo, con una azada, de sol a sol.