[Ilustración] La bolsa o la vida

«La bourse ou la vie» (2010). Autor: Olivier Cauquil
Rêves, révolte, révolution. Des images pour le mouvement social (l’Humanité.fr)

‘No seas tonto’: Comunismo no es igual a consumismo

Como resulta evidente que los valores culturales del capitalismo —antes dominadores absolutos de las mentes de la mayoría de unos ciudadanos rebajados a la categoría de consumidores— se baten en franca retirada como producto de la crisis (a pesar de una manipulación mediática persistente pero cada vez más inverosímil y desacreditada), las agencias publicitarias al servicio de las grandes corporaciones se han sacado de la chistera una nueva estrategia dialéctica: el uso de los valores contrarios, los del comunismo, para fomentar sus ventas. El capitalismo no «vende» ya como idea al nivel de antes y además la gente ha dejado de comprar cosas accesorias o inútiles. Éste es un fenómeno provocado por ellos mismos con su crisis; ya lo dijo Marx: «el capitalismo lleva en su interior el germen de su propia autodestrucción».

La solución: Una vez más sigue siendo válido el método dialéctico marxista, utilizar los valores y la estética comunista para promocionar las ventas de las corporaciones capitalistas. Esto no es nada nuevo ni en política: son los enemigos de la libertad, la democracia y la paz los que siempre han agitado como banderas esos conceptos con fines contrarios a los valores que representan, hasta el punto de prostituir, subvertir y vaciar esas palabras de su contenido real; ni tampoco en economía: todos sabemos, por ejemplo, que el movimiento socio-cultural hippy, contestatario y antisistema en sus inicios, fue absorbido y reconvertido por el propio sistema en una simple moda estética que luego devino en mercancía de consumo masivo y que cada cierto tiempo reaparece.

Izquierda: Publicidad comercial publicada en Estados Unidos en la década de 1950, más de siglo y medio después de la Revolución Americana. Vemos aquí claramente el papel que se otorga a la mitad de los súbditos del país líder del «mundo libre» (de las corbatas que anuncian, mejor no opinamos). Derecha: Cartel publicitario impreso en la URSS en 1935, 18 años después de la Revolución de Octubre. Se hace un llamamiento a las mujeres soviéticas para que se matriculen en las facultades de Ingeniería Aeronáutica.

Más recientemente, como apunta José Luis Forneo en su recomendable blog Cuestionatelotodo, nada menos que entidades financieras globales como el Banco Santander, cuyo color corporativo es el rojo carmesí de las banderas comunistas, propalan en sus spots publicitarios ideas como «La revolución de las hipotecas». El Santander es uno de los principales bancos del mundo y su presidente, Emilio Botín, el sujeto individual con más poder real en España. Y seguramente hay muchos ejemplos más. Cuanto más inhumana (y antihumana) es una gran entidad corporativa privada (operadores de telecomunicaciones, bancos, compañías energéticas o de seguros, etc.), más incide ésta en agitar conceptos humanistas, ecologistas y hasta revolucionarios en sus anzuelos publicitarios. Lo estamos viendo a diario.

‘Ven a comprar con tus camaradas’

En el caso de Media Markt, multinacional euroalemana de productos y gadgets electrónicos implantada en varios países del globo, entre ellos España, sus publicistas han dado un paso más allá. No sólo inciden en la estética comunista (nada complicado para la agencia publicitaria pues el color corporativo de Media Markt, cómo no, también es el rojo), sino también en el lenguaje: «¡Ven a comprar con tus camaradas!», «¡Viva la revolución!», junto con su ya recurrente e internacional eslogan «¡Yo no soy tonto! («Ich bin doch nicht blöd!», «Je ne suis pas fou!», «Non sono mica scemo!» y así en euskera, polaco, portugués, catalán y otros idiomas).

Destacaremos para finalizar este análisis que la ejecución estética de este tipo de campañas opta en la inmensa mayoría de los casos por ideas fuerza que desde el punto de vista de estos publicitarios, a los que no negamos destreza y profesionalidad, tienen impacto publicitario frente a mensajes débiles… es decir, eligen conceptos claros y con fuerza propios de la tradición mayoritaria del movimiento obrero histórico, el comunismo (pueblo, puños alzados, revolución, camarada, etc.), frente a mensajes etéreos y difusos más propios de la tradición socialdemócrata (ciudadanía, reforma, compañero, etc.), ideas conceptualmente débiles que estos publicistas ni siquiera contemplan como mensaje antagonista válido dialécticamente para sus fines, que no son otros que convencer para vender. Algo de lo que se debería tomar buena nota en el ámbito de las fuerzas políticas comunistas —al menos en el caso de las europeas occidentales—, muchas veces tentadas al aggiornamento o la adaptación y acomodación de su imagen y sus mensajes en un vano intento de ofrecer una imagen de «respetabilidad» ante el acoso implacable del stablishment mediático, político y económico. Un craso error, según nuestra opinión como profesionales, igualmente.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura
[Reproducido en Rebelión.org]

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La Fox y las gallinas

El grado de descerebramiento en los medios de comunicación —y el que emana de ellos— parece no tener límites. Aquí os mostramos un par de capturas de pantalla reales de los informativos de Fox News, cadena «informativa» global con sede en EEUU que pertenece al magnate mediático Rupert Murdoch, amo de un imperio global de medios de cuya cúpula forma parte nuestro nunca bien valorado (a veces faltan las palabras) expresidente José María Aznar. Las preguntas que se formulan a los televidentes, algo que debe ser para ellos sinónimo de zombis, no pueden ser más estremecedoras: «La reducción del salario mínimo: ¿es mejor para los trabajadores?» (sic, izquierda)… o «¿Con qué frecuencia piensa Vd. en tocar las partes privadas de otras personas? (sic, derecha). Ambas cuestiones, aunque aparentemente dispares, están en realidad interrelacionadas. Quien formula la primera pregunta está claro que no piensa en otra cosa que no sea tocarnos ciertas partes con alevosía y ensañamiento.

Empezamos a entender cuáles son las fuentes originales de inspiración para frases que hemos podido ver aquí en titulares en los últimos tiempos en boca de responsables del Gobierno y del PSOE: «La reforma laboral evitará despidos» (Zapatero) o «La reforma laboral se hará manteniendo a la vez los derechos de los trabajadores» (Pajín)… Huelga decir (nunca mejor dicho) que la reforma laboral —si a su texto nos remitimos— facilita y abarata los despidos y reduce derechos a los trabajadores, y que su balance hasta la fecha ha sido un incremento sostenido del número de parados y despedidos en los primeros meses de su aplicación (más de 60.000 desempleados más en octubre pasado según cifras oficiales). Éstos mismos ahora ya nos están intentando «convencer» también de que el retraso en la edad de jubilación y la congelación-reducción de la cuantía de las pensiones son algo que harán por nuestro bien… y que les votemos. No seamos zombis. Si podéis leer estas líneas significa que aún estáis vivos.

Texto: Paco Arnau / Ciudad futura

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La Bolsa o la vida

Imponente escultura del artista italiano Maurizio Cattelan emplazada frente a la Bolsa de Valores de Milán (Piazza Affari), la principal sede de los especuladores financieros de Italia y uno de las más importantes símbolos del capitalismo en el país de Gramsci —nuestro pensador de cabecera— y en Europa. L.O.V.E. Happy end? , así se llama, representa una mano con un único dedo, el corazón (los demás aparecen amputados), apuntando al cielo en un gesto cargado de simbolismo universal. La ubicación de esta escultura de grandes proporciones en mármol macizo en principio no es permanente. Por requerimiento expreso del escultor ha sido colocada precisamente delante de este representativo edificio del capitalismo y de la arquitectura fascista mussoliniana (1932) con motivo de la Semana del Diseño de Milán (24 de septiembre al 3 de octubre de 2010), y ello a pesar de la polémica que ha generado en el país transalpino este colosal ejemplo de rebelión del arte frente al analfabetismo y la nadería visual imperante; «metáfora de la contemporaneidad», según su autor. Contra todo pronóstico el Ayuntamiento de Milán, presionado por numerosas organizaciones cívicas, ha decidido prorrogar al menos hasta el 24 de octubre el emplazamiento actual de este regalo de Cattelan a los milaneses, al que algunos ya han rebautizado como «Vaffalculo»; expresión que no necesita ser traducida, dadas las más que obvias similitudes o parecidos razonables —en este caso y en muchos otros— entre las lenguas de Dante y de Cervantes. [Fuentes principales: Cubadebate y ExibArt.com]

[Humor gráfico] Martirena: «Alimentos genéticamente modificados»

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29-S: La mayor movilización obrera en Europa desde los inicios de la crisis

HUELGUISTAS: 71,3%; ‘LOS OTROS’: 28,7%

La calle ha hablado: la gran mayoría de los trabajadores españoles ejerció su derecho a parar la actividad y la producción en todo el país durante la jornada de Huelga General convocada por los sindicatos de clase el 29 de septiembre contra la Reforma Laboral del Gobierno de Rodríguez Zapatero (PSOE), una reforma que supone la mayor agresión a los derechos de la clase obrera desde los inicios de la Transición de la dictadura franquista al régimen actual.

Imagen del Paseo de la Castellana, la principal avenida de la capital, durante la masiva manifestación que recorrió el centro de Madrid en la tarde del 29 de septiembre de 2010 y que congregó alrededor de medio millón de personas.

29-S: Consumo de energía en España equivalente al de un día festivo

Según fuentes sindicales, cuyas cifras reproduce el diario progubernamental de derecha moderada El País, el porcentaje de trabajadores que no habían asistido a su puesto de trabajo a las 12:00 del mediodía ha alcanzado el porcentaje del 71,3%. Aunque este mismo diario habla de «Huelga moderada» en uno de los titulares de su edición en línea, al mismo tiempo reconoce que los datos de consumo de energía en España durante la jornada del 29-S descendieron al nivel de un día festivo, así como el tráfico en el centro de grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla. Fuentes gubernamentales citadas por este mismo diario reconocen que el 29-S ha demostrado que «los sindicatos no han perdido un ápice de fuerza». Las webs de la mayoría del resto de la prensa de tirada nacional, políticamente más escorada aún a la derecha que El País y que ni siquiera pudieron llegar a unos quioscos de prensa cerrados y con unos distribuidores en huelga hablan de «fracaso de la huelga» a la vez que, de forma un tanto contradictoria, achacan unánime y recurrentemente el paro de los operarios a la «violencia de los piquetes sindicales» que —según ellos— impidieron a los trabajadores «ejercer su derecho a trabajar» el día de la Huelga. La única excepción en los titulares de la prensa de tirada nacional ha sido la del diario madrileño Público, que titula hoy: «La industria para, la calle se mueve».

Mientras los sindicatos de clase convocantes (CCOO, UGT y CGT) afirman que la jornada «ha sido todo un éxito» que debería obligar al gobierno a rectificar sus medidas antiobreras y antisociales, para la principal organización patronal, la CEOE, la huelga «ha sido un fracaso» y la jornada transcurrió con «total normalidad». En flagrante contradicción con estos categóricos supuestos, el propio presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, afirmó que el paro lo van a pagar todos los españoles y «va a ser muy malo para España». En declaraciones a la cadena de radio Onda Cero, el jefe de los grandes patronos afirmó que la huelga es «inoportuna, inútil y muy lesiva para los intereses de todos los españoles». Sigue leyendo

1.440 minutos

La vieja piel de toro, España, ha sufrido golpes de Estado, epidemias y guerras civiles catastróficas (muchas), ha vivido amotinamientos y revoluciones (pocas)… y todavía hay algunos que buscan excusas para no detener el país 1.440 minutos ante la mayor agresión a los derechos de los trabajadores en las últimas décadas de nuestra historia, la llamada Reforma Laboral.

Otros ni siquiera buscarán excusas: con pasmosa e indolente simpleza se mostrarán indiferentes. Ante un panorama mediático censurado y manipulado en esta parte del mundo, cuya única ventana a la realidad real es el cíberespacio, serán cientos los blogs personales o de temática general en nuestro país que hoy y mañana seguirán impasibles, hablándonos de la última versión de un sistema operativo, del último gadget electrónico o del último vídeo para descerebrados que lo peta en la red mientras los derechos conquistados por las generaciones que nos precedieron son aplastados con la coartada de la crisis, poniendo en peligro nuestro futuro y el de nuestros descendientes. No es nuestro caso. Así que a lo largo del día de hoy nuestra obligación será remover conciencias, aún desde la modestia de nuestros medios. Y es que mañana nos jugamos mucho.

La indiferencia en este cruce de caminos de mañana es una ruta suicida. Somos muchos —la inmensa mayoría— frente a una minoría (el poder económico y financiero) que con su inconmensurable e insaciable afán de lucro y privilegios pretende hacer retroceder las relaciones laborales al capitalismo salvaje del siglo XIX —al Londres victoriano que tan magistralmente describieran Charles Dickens o Karl Marx— mediante el despido libre y el abaratamiento de la fuerza de trabajo para disminuir sus costes de producción y elevar sus beneficios en un nuevo panorama laboral cuyo protagonista son páramos de millones de parados y antiguos «yacimientos de empleo» abandonados a la suerte de «los mercados» y sus especuladores; dando al traste con las grandes conquistas sociales de más de un siglo y medio de lucha obrera en Europa (pensiones, seguridad social, servicios públicos universales y gratuítos, etc.)

La crisis como coartada, la paradoja como ‘argumento’ y los ‘socialistas’ como ejecutores

La coartada y el mensaje es la crisis y sus principales herramientas la incultura y un férreo control de unos medios de comunicación de masas, públicos o privados, que transmiten sumisa y unánimemente su «pensamiento único». La realidad está superando a los géneros de la ciencia ficción apocalíptica o a las ucronías políticas de futuros estremecedores, que en décadas pasadas nos presentaba un mundo depauperado, empobrecido y controlado por grandes corporaciones que disponían a su antojo de vidas y haciendas. Vivimos en un país, España, en el que la jefatura del gobierno de facto y la política económica y laboral la detentan y dictan, respectivamente, el poder financiero (los bancos) y los grandes empresarios. Las instituciones democráticas se han convertido en el escenario de un ínfimo bodevil (con muchas escenas parlamentarias de mal gusto) en el que las fuerzas políticas del sistema (socialistas, populares y nacionalistas) representan algaradas y peleas bufas para, a la hora de la verdad —como es el caso de la huelga general convocada para mañana—, unirse en bloque frente a su común adversario: el movimiento obrero… ese fantasma que, a pesar de los pesares y mal que les pese a algunos, aún recorre Europa.

Vivimos en un mundo en el que unas decenas de grandes corporaciones multinacionales en manos de unos pocos sujetos ya controlan más de la mitad de la economía global (PIB mundial) frente a los estados y las empresas públicas, donde a las guerras de agresión y de rapiña de recursos para esas mismas corporaciones —con cifras de civiles muertos que superan el millón desde que se iniciara esta década— nuestras ministras y los medios de comunicación les llaman «misiones de paz». O donde se afirma sin rubor que una reforma laboral que abarata y facilita el despido tiene como objetivo evitar despidos y crear empleo (dicho por un tal Zapatero y una tal Pajín)… El 1984 de Orwell, aunque con más de dos décadas de retraso, finalmente está llegando… aunque bien es verdad que algunos Big Brothers (& Sisters) parecen más bien personajes de los Marx Brothers o figurantes de una opereta de bufones. Los mensajes del poder en este capitalismo absoluto y rampante se basan en paradojas… Sólo los que leen, como en el relato distópico de Bradbury Farenheit 451, se muestran perplejos y exhiben su rebeldía frente al descarado y descarnado cinismo de la propaganda de guerra del poder —reproducida como un mantra budista en sus omnipresentes medios audiovisuales— que lobotomiza a una masa acrítica que parece no sentir ni padecer.

Vivimos en un continente, Europa, y en un país, España, donde partidos cuyo origen está en el movimiento obrero (los autodenominados paradójica e indignamente «socialistas» o «socialdemócratas») suscriben sin que les tiemble el pulso desde los poderes del Estado los decretos de ajuste más duros contra la clase obrera, medidas ultraliberal-conservadoras en el ámbito laboral que la llamada «derecha» no osa aplicar en otros países (de momento) por temor a estallidos sociales… Y esto no es de ahora, los que leen y recuerdan saben que el recurso del poder al puño de hierro de los socialistas para asestar golpes al movimiento obrero e implementar políticas antisociales existe desde hace décadas, no es de ahora (¿recordamos a los gonzález, a los boyeres, a los solchagas o a los solanas?, ¿o sólo recordamos a los aznares?).

Nos jugamos mucho

A lo largo de los últimos días hemos recopilado en Ciudad futura varias de las muchas razones para ir a la huelga mañana y os invitamos a aportar más con vuestros comentarios… No sobran las razones para detener el país el 29-S, lo que sobran son las excusas o la indiferencia, que es «el peso muerto de la historia y la materia bruta que desbarata la inteligencia» como afirmara nuestro filósofo de cabecera, Antonio Gramsci, en uno de sus escritos para la revista La Città Futura allá por febrero de 1917, unos meses antes de que una de las dos revoluciones que cambiaron la historia de la Humanidad parara el reloj de la servidumbre humana en el imperio más extenso de la Tierra.

Demostremos mañana, todos y cada uno de nosotros, que somos seres inteligentes y no materia bruta; hombres y mujeres orgullosos de ser el producto más destacable de cientos de millones de años de evolución biológica y de miles de años de progreso cultural y tecno-científico de la civilización y no sólo primates bípedos; dueños de nuestro destino y no esclavos de una ínfima minoría de parásitos sociales y de los enemigos del pueblo que los sirven desde los aparatos del Estado y los gobiernos de turno.

Nos jugamos mucho el 29-S. Por nuestro futuro y el de las generaciones venideras, hagamos el supremo esfuerzo de parar mañana este país durante el tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta completa sobre su propio eje: 1.440 minutos.

Texto: Paco Arnau, editor de Ciudad futura

[Viñeta: Jaume Capdevila ‘KAP’]
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Vía: cuestionatelotodo

[Y luego dirán que les votéis porque si no, «viene la derecha».]

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