Aunque aquí no somos muy dados al ciberfanatismo trekkie —o a cualesquiera otros—, una ocasión tan señalada como el 50º Aniversario del primer hombre en el espacio nos da pie para dejar volar nuestra imaginación y, sin que sirva de precedente (o no), sumergirnos en los vastos espacios siderales de la mítica serie de ciencia ficción Star Trek… y su relación con la figura de Yuri Alexéievich Gagarin, un personaje de carne y hueso cuya hazaña en nuestro espacio-tiempo hizo despertar los sueños a la realidad, pues la presencia humana en el Cosmos era considerada ciencia-ficción hasta la fecha del vuelo de Gagarin, al menos fuera de la Unión Soviética. Y conexión Gagarin-Star Trek haberla, hayla… Casi todos los «datos» que aquí se muestran están basados en capítulos de la serie. Demos un pequeño repaso a algunas pequeñas joyas de esta fantasía científica televisiva y cinematográfica que estamos seguros llenarán de gozo a los yuriesféricos de todos los países (¡uníos!) y, por supuesto, también a los muchos trekmaniacos que habitan el Tercer Planeta del Sistema Solar…
Sistema Gagarin y planeta Gagarin IV

En el Sistema Gagarin (Cuadrante Beta) se encuentra Gagarin IV, el cuarto planeta de los nueve que orbitan la estrella azul de «clase A» que le da nombre, situada a sólo 15 años/luz de Andoria, el planeta del que son originarios los andorianos, una de las especies fundadoras de la Federación de Planetas Unidos (FPU); la capital planetaria de los andorianos es Laikan (no confundir por analogía con el nombre de la pionera canina soviética Laika, el primer ser vivo que orbitó la Tierra).
Gagarin IV es un planeta joven de «clase M» y, por tanto, de orografía poco erosionada por el viento o el agua, elemento cuyos océanos cubren buena parte de su superficie. La vida orihunda de Gagarin IV tampoco ha tenido tiempo de evolucionar más allá de estadios primigenios y la actividad volcánica es notable si la comparamos con la de la Tierra o la de Venus. En los continentes emergidos este planeta está cubierto de una fina capa de limo de tonos verdosos y parduzcos compuesto por organismos unicelulares muy primitivos (que no llegan a ser bacterias ni virus). Ésta es la razón por la que Gagarin IV, con un medio ambiente casi estéril pero habitable, es un lugar privilegiado para la investigación de los primeros pasos de la evolución biológica gracias a la Estación Científica Darwin, su principal asentamiento civilizado (en el continente Argo) además de algunas estaciones meteorológicas (la principal ubicada en el continente Castilla). Como la Tierra, Gagarin IV tiene una luna que lo orbita y provoca mareas; así como una gravedad (~1 G), masa, densidad y tamaño similares a los terrestres, aunque su temperatura media es ligeramente superior (~17ºC frente a los 15ºC de la Tierra). A pesar de estas condiciones tan propicias sólo está habitado por unos cuantos cientos de individuos de la FPU, seres sociales e inteligentes de diversas especies procedentes de otros planetas del Cuadrante Beta del Universo conocido que en su inmensa mayoría se dedican a la ciencia y a tareas relacionadas con la tecnología y el mantenimiento de las instalaciones y equipos de investigación.
Gagarin IV tiene cinco continentes de tierra firme con un relieve protagonizado por escarpadas cordilleras y profundos valles. Los continentes, que están separados por tres océanos —de Norte a Sur: Long, Central y Primor—, son los siguientes: Nueva Noruega (que ocupa la zona polar boreal del planeta, la más fría y seca), Castilla (ubicado en la zona templada septentrional), Argo (separado de Castilla por el mar Central y en una latitud similar), el pequeño Batar (el Lejano Oriente de Gagarin IV) y el continente Dover (cuya gran superfície se extiende por una amplia zona tropical, subtropical y templada del Occidente del Hemisferio Sur. Veamos a continuación un planisferio cartográfico de Gagarin IV tal y como aparece en un mapa instantáneo de tinta electrónica, monitorizado y cartografiado desde la órbita de este planeta por el ordenador central de una nave científica de la Federación…
Las naves interestelares clase ‘Gagarin’
La clase Gagarin es un tipo o serie de naves interestelares de la Federación de Planetas Unidos dedicadas fundamentalmente a la investigación científica a finales del siglo XXIII. En cuanto a su morfología y prestaciones, se trata básicamente de una versión aumentada, actualizada y mejorada de las antiguas y venerables naves científicas de la clase Oberth.
La función principal de estas naves es el estudio intensivo de planetas situados dentro de las fronteras de la Federación o territorios protegidos por ésta, razón por la cual el armamento del que disponen es muy limitado incluso en el aspecto meramente defensivo. De la clase Gagarin se llegaron a construir hasta una decena de naves, entre ellas la Grissom (en la imagen superior), que fue destruída en la órbita del planeta Génesis. La nave interestelar Gagarin es el «buque insignia» de esta clase homónima de naves científicas y está en servicio desde su construcción allá por la fecha estelar 2/1912.
Las principales características y dimensiones de la nave Gagarin son las siguientes:
- Longitud máxima: 148 metros; anchura: 103 m; altura, 59 m
- Masa en órbita: ~40.000 toneladas métricas
- Tripulación máxima: 78 (con capacidad para 10 pasajeros adicionales)
- Velocidad: warp 8 (máx.); warp 7 (crucero)
- Naves auxiliares: 3 transbordadores
Veamos, para finalizar, cómo es la nave Gagarin (de la clase Gagarin), de finales del siglo XXIII…


[Referencias principales de datos e imágenes:
The Red Admiral / Trekmania.net • memory-beta.wikia.com y elaboración propia]






Semisección esquemática de la sonda Luna 3 (1959) con sus principales componentes y equipos. El objetivo de la cámara Yenisei, que captó las primeras imágenes de la cara oculta de la Luna, está ubicado en la parte frontal de la nave (en el extremo izquierdo en la ilustración)
Región Tsiolkovski-Gagarin en el Hemisferio Sur oculto de la Luna (centro aproximado de la imagen: 19ºS-141ºE)



La presente infografía cartográfica representa con diferentes colores la variación de la intensidad lumínica en el subcontinente europeo tomando como referencia comparativa los años 1993 y 2003 y está basada en datos vía satélite recopilados por el Centro de Datos Geofísicos del NOAA (National Oceanic and Atmosferic Administration de EEUU). La gama de tonos que va del rojo al amarillo pasando por el naranja nos muestra nuevos focos de luz (rojo) o aumento de la intensidad de éstos (naranja y amarillo). Los azules representan la disminución de la intensidad lumínica (azul claro y azul medio) o focos de luz extinguidos en 2003 que existían en 1993 (azul más oscuro). Como se trata de luz producida por la actividad humana (centros de población, industria, plataformas de extracción de gas o petróleo, etc.) es conveniente analizar estos datos en su contexto histórico, el que va de 1993 a 2003. Llama la atención a simple vista —aparte del agotamiento de plataformas marinas de extracción de hidrocarburos en el Mar del Norte— el revelador (valga la expresión) «apagón» (zonas de azul oscuro en la imagen) que podemos contemplar en los territorios de la extinta URSS y de otros países de la que fuera el área socialista europea. El período que va desde el Decreto de disolución de la URSS (finales de 1991) hasta 2003 ha supuesto la extinción de muchas luces en Europa, una muestra más allá de las cifras estadísticas de un evidente declive económico y demográfico en relación con el sistema socialista anterior y que aún no se ha superado. Que cada cual saque sus propias conclusiones a la vista de estos datos, pero a nosotros nos parece bastante obvio que el proceso de regresión del socialismo al capitalismo ha creado zonas de sombra en Europa donde antes había luces. Así de claro o así de oscuro. [Vía: 

Este mapa es una herramienta científica de gran valor para el estudio del actual ciclo del carbono, en el que juegan un papel fundamental las masas boscosas —pulmones a través de los que respira nuestro ecosistema global— que, como se puede observar gracias a este trabajo, ocupan aún grandes extensiones a pesar del creciente proceso de deforestación que han sufrido en las últimas décadas. Destacan por su gran superficie el bosque tropical húmedo de la región amazónica en el subcontinente sudamericano y la gran Taiga euroasiática de coníferas, que se extiende desde Escandinavia hasta el litoral pacífico del Extremo Oriente siberiano [imagen de la derecha]. Otros grandes ecosistemas arbóreos como las selvas del sudeste asiático y de la región centroafricana, los bosques de Europa Central y Norteamérica, las selvas de Indonesia o la Taiga canadiense son perfectamente distinguibles.



Detalle de Natural Earth a tamaño real (área: estribaciones del Himalaya)*
El mapa base equirectangular es de 1,4 km por píxel, lo que permitiría imprimirlo en un formato de 5,5 metros (¡!) a una resolución aceptable (150 ppp). No obstante, en la página de descargas de la web del autor se ofrece la posibilidad de descargar otras versiones del mapa; así como extras que se pueden añadir al mapa básico: hidrografía y batimetría (fondos y relieves marinos), zonas urbanas, casquetes polares, etc.