Lo único bueno del actual régimen español es que se ha quitado las caretas y ya sólo puede engañar a los que únicamente tienen a la televisión (ya sea pública o privada) como único medio de «información». El año pasado, tras una rocambolesca historia protagonizada por Carmen Caffarel (directora del Instituto Cervantes) a cuenta de la votación libre y abierta de los internautas, que decidieron «república» fuera la palabra ganadora del Día del Español 2010, en 2011 han optado por una «ingeniosa» solución para evitar a toda costa subversivos veredictos inesperados del pueblo soberano que den al traste con sus verdaderas intenciones.
Este año han preseleccionado una serie de términos para que sean votados (una votación «precocinada» o patrocinada), utilizando como sponsors de las palabras propuestas a figuras del famoseo, el artisteo, el fútbol y hasta de la gran banca. Emilio Botín, presidente del gobierno español de facto (recientemente imputado por la Fiscalía por delitos contra la Hacienda pública y evasión fiscal), acumula ahora también el cargo de «spammer» honorífico del peculiar concurso, proponiendo la palabra «Santander». La intelectual cantante colombiana Shakira propone la autorreferente palabra «meliflua» (dulzura y amabilidad falsa e impostada en una de sus acepciones). El conocido «prócer» de la lengua de Cervantes Alejandro Sanz ha propuesto «flamenco» (dudamos si en referencia a su música o a los oriundos de los Países Bajos o del Flandes belga). Vicente del Bosque, míster de la Selección Nacional de Fútbol propuso —suponemos que después de una larga reflexión— «fútbol». Uno de los pocos que se desmarcan por la banda es el jugador uruguayo del Atlético de Madrid Diego Forlán, que propone «solidaridad». Nada que ver con el ínclito representante de la crema (o espuma) de la intelectualidad española deconstruída, el globalmente laureado cocinero catalán Ferrán Adrià, que presentó la candidatura de «alma». El tuitero @argnzalezcal nos propuso una muy plausible interpretación al respecto de esta propuesta: Adrià propone «alma» porque ésta tiene un peso equivalente a la «comida» que pone en sus platos. Por su parte, un Raphael muy en línea consigo mismo y con el histrionismo que lo caracteriza, dice simplemente «gracias» a su querido público. Y así sucesivamente…
Lo que queda meridianamente claro es que el «incidente» lingüístico republicano de 2010, provocado por el voto libre, no se podía repetir en 2011. El vergonzoso espectáculo con tongo incluído del año pasado ha sido ampliamente superado con un peripatético certamen de palabras preseleccionadas el Día E de 2011. El poder y sus medios siguen abusando de una anodadante «creatividad» a la hora de utilizar el lenguaje, dejando al Propagandaleiter Goebbels a la altura de un principiante; por ejemplo, «intervención humanitaria» por bombardeos de la OTAN que matan civiles a diario o el más recientemente anunciado despliegue sin precedentes de antidisturbios en Madrid para el 19 de junio al objeto «proteger y asegurar el derecho de manifestación» [¡?]. Pero ya pueden decir misa; lo único que vemos al final es la pura y dura realidad, sin caretas: el careto de su amo...
[youtube http://youtu.be/4_85UBWk5DY]–