La verdad sea dicha, no teníamos muchas ganas de hacer la típica recopilación en estas fechas de las ‘X imágenes del año’ que acaba de terminar y cosas por el estilo. Así que, sin que sirva de precedente (o sí), os presentamos la que según nuestro punto de vista (opinable, cuestionable y subjetivo, como no podría ser de otra forma) ha sido «la foto del año 2010″…

En pie con el puño en alto. París (siempre París), el 14 de octubre de 2010: la foto de una joven estudiante francesa, en pie con el puño en alto, aupada por sus camaradas, orgullosa, desafiante y bien erguida, se convierte en símbolo de las huelgas y manifestaciones obreras y estudiantiles que el pasado año pararon fábricas, cerraron liceos y facultades y recorrieron las calles de Europa Occidental —la Europa americana— frente a unas medidas gubernamentales anticrisis que no han servido para otra cosa que no sea recortar brutalmente derechos y conquistas sociales históricas de la inmensa mayoría en beneficio de un puñado de sujetos: grandes empresarios, banqueros y especuladores. Grecia, en primer lugar, y Francia, sobre todo, se han situado a la vanguardia de una respuesta social que se ha dado también en Gran Bretaña, Italia, España, Portugal o Irlanda y que ha sido la protagonista indiscutible del segundo año de esta crisis del capitalismo en Europa; un sistema profundamente ineficiente e injusto que defienden a capa y espada, de forma unánime, los gobiernos nacionales correspondientes con medidas históricamente retrógradas para nuestras generaciones y las futuras. Los pueblos de Europa han empezado a abrir los ojos pero aún no se han levantado —como clamaba la famosa pancarta del Partenón ateniense, otra de las fotos del año— porque todavía no han despertado del todo, pero en 2010 se abrió un camino —el único camino nos atreveríamos a afirmar—, el de la movilización contundente y rebelde pero consciente y organizada, por el que hemos de continuar avanzando en 2011. Si no, cuando despertemos será ya tan tarde que la realidad se habrá convertido en un futuro perverso, en un mal sueño. [Foto: François Mori/AP]
Por último (a modo de bonus) añadiremos una imagen más, también reproducida en Ciudad futura en 2010 y también de Francia (qué se le va a hacer): una verdadera visión real y panorámica de la fuerza y la potencialidad de lo que se denominó con motivo de la movilización global contra la invasión de Iraq en 2003 —guerra y ocupación que aún continúan— «la gran superpotencia del siglo XXI»: la enorme fuerza de los trabajadores y los ciudadanos cuando son conscientes de ella y se ponen en marcha. La foto se captó —también en Octubre de 2010, igual que nuestra foto del año— en las inmediaciones del puerto de Marsella, pero el mar no tiene fronteras…

Huelga ‘a la marsellesa’: Vista aérea panorámica de las instalaciones, refinerías y depósitos de hidrocarburos de Martigues (cerca de Marsella), paralizados a primera hora de la mañana del 17 de octubre de 2010 por la CGT y otros sindicatos de la clase obrera francesa en huelga. «Varados» en el mar desde el día anterior, grandes petroleros copaban anclados las inmediaciones del puerto marsellés, uno de los principales de Europa, sin poder deshacerse de su carga. [Foto: Anne-Christine Poujolat/AFP]

Estudiantes en la manifestación
Buques petroleros y mercantes anclados esta madrugada en las inmediaciones del puerto de Marsella sin poder atracar ni descargar. A pesar de la ofensiva gubernamental de este fin de semana —incluídas amenazas de cárcel a empleados de varios centros si no se incorporaban al trabajo— la CGT sigue manteniendo el control de todas y cada una de las 12 refinerías de Francia, que continúan paralizadas. Contrariamente a lo que indican las imágenes y las noticias que llegan del país vecino, con miles de gasolineras ya cerradas, todas las refinerías sin producir y los principales aeropuertos sin reservas de combustible, el gobierno sostenía hasta ayer que «el suministro de carburante estaba asegurado». Contradictoriamente también con estas declaraciones, hoy —18 de octubre— el ejecutivo francés acaba de crear una «célula de crisis»… energética, según 










Huelgas focalizadas en sectores estratégicos como el transporte aéreo, ferroviario y suburbano acompañaron esta jornada de acción y paralizaron la actividad económica general de la metrópolis parisina y del resto de la república. Así, el semanario conservador 

Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (Río de Janeiro, 1996) • Foto: Michel Moch
Comité Central del Partido Comunista Francés (París, 1965)
Fotografías, películas, maquetas y documentos originales de Óscar Niemeyer revelan en esta exposición la maestría de sus diseños, que combinan arte en estado puro, un dominio sin parangón de la tecnología y un uso de los materiales constructivos no exento de audacia. Todo ello sin olvidar, según los promotores de esta iniciativa, «su compromiso político ante las injusticias del mundo». Desde que en 1945 se uniera a las filas del Partido Comunista de Brasil, Niemeyer ha mantenido firmemente ese compromiso, hasta el punto de que (como se destaca en uno de los textos de presentación de la exposición) Fidel Castro bromeara en una ocasión sobre la personalidad del brasileño afirmando: «Niemeyer y yo somos los últimos comunistas de este planeta».